✦ DOPE: Underdogs [Scaraether]

Capitulo siete: Fantasma

Empezó a caminar para poder digerir con mayor facilidad lo que acaba de ver y escuchar, no sabía como es que un sonido podría ser capaz de aferrarse a su cabeza con todas sus fuerzas para poder incomodarlo, se estaba empezando a sentir demente tras ver a esos tipos morir.

Incluso si eran NPCs, tenían rostros humanos, eran amigos entre ellos. ¿Acaso todos los NPCs eran similares a ellos?

Apenas se apoyó en un árbol sintió la urgencia de querer vomitar, por lo que se cubrió su boca con ambas manos. Incluso si debía sacar de su sistema esa bilis que deseaba brotar de su boca, no era ni el momento ni el lugar. Sus ojos escanearon de abajo hacia arriba un nuevo cartel. Esta vez era blanco y con una señal tipo sticker de puntería con color rojo. Sabía que era algo con puntería, o al menos cacería, ya que era un círculo grande con otros tres círculos que iban disminuyendo de tamaño en su interior, y en el centro un punto. A modo de texto aparecía la siguiente frase.

"A partir de este punto eres un objetivo más"

El terror de leer eso hizo que finalmente pudiera soltar esa bilis por los nervios que le carcomen. Aether no iba a describir ese vómito, por lo que desvió la mirada y buscó una barrita energética de su mochila para poder cambiar el sabor de su boca, sabía que si no se movía su única opción era ser un objetivo fácil para alguien más, por lo que siguió por el camino que revelaba la señalética sin pensarlo dos veces.

Cuando pensaba que este lugar estaba vacío, logró distinguir una figura humana en la lejanía y tendido en el suelo en medio de unas piedras y arbustos. No podía distinguir si era un hombre o una mujer con claridad, por ende, si no podía discernir eso tampoco creía poder saber si era un dichoso NPC o una persona real. Algo le decía que él no debía acercarse, pero esa persona parecía estar inconsciente. Aether estaba 99% seguro de que era imposible ser más ruin tras esas acusaciones que recibió en la vida real y tras ver lo que pasó hace menos de media hora. Por lo que rápidamente pensó: ser un ladrón es algo muy poca cosa. Se acercó a esa persona y una vez se encontró a unos pasos de él, se dio cuenta de que era un hombre; pero un hombre con rasgos muy refinados y con cabello negro, de su misma edad o incluso un par de años más joven que él. Su piel lucía tan blanca y tersa como una muñeca, le hacía pensar en si él se cuidaba la piel en este lugar o algo así. El lucía demasiado tranquilo al estar tendido en el suelo entre los matorrales, pero lo único que le hacía apagar su belleza era una herida de bala en el hombro. Sin duda él seguía respirando, dedujo que quizás estaba inconsciente por ese daño. Su primer pensamiento fue medir su presión para ver si podía ayudarle en algo, pero se puso a pensar en que quizás era un npc, porque es imposible que alguien luzca así de bien estando en un lugar como este, o que al menos era algún tipo de trampa de alguien más, por lo que espabiló, se alejó un par de pasos y observó sus alrededores, incluso callando su propia respiración acelerada para poder buscar por medio del sonido una respiración ajena, pero no había nada más que un par de sonidos de pájaros y el viento que trataban de decir algo.

"¿Qué tan difícil podría ser robarle a alguien inconsciente?" se preguntó a sí mismo.

Se dirigió su bolso removiendo lentamente de la espalda del joven, no encontró nada llamativo, no iba a robarle comida porque él podría necesitarla, tampoco le robaría su agua, el dinero en este mundo es un tanto complejo de robar, aparte tenía una botella con un olor alcohólico. ¿Esto abría la posibilidad de que él bebió tanto como para quedar inconsciente? Lo consideró una maniobra muy arriesgada ya que no sabía que otro uso podría darle a ese alcohol. No había nada más destacable en este bolso además de ese vendaje que encontró, obviamente era útil, pero podría usarlo para atenderlo y hacer que el sangrado se detenga. Cerró los ojos con fuerza, ¿cómo iba a pensar en atenderlo? Si él estaba ahí, era porque era casi tan horrible como él. Se sintió estupido por ser bondadoso con alguien que si lo viera, lo mataría por ser tan imbécil. Entonces se cansó, debía actuar mal o algo así porque no había nada más patético que un "pense en robarle pero al final me arrepentí". Así que agarró la botella de licor y la metió en su bolso, solamente para decir "le robé una botella de licor", todavía no le veía un uso más allá de beberla pero pronto lo va a descubrir. De momento no quiere saber nada más de alcohol al menos por un par de meses.