4.- [Perdón no alcanza.] Pt. 2 +18

1K 46 1
                                    

Advertencia: contenido +18 explícito, se recomienda discreción.

....

Desde el pasillo se acercaba la joven amiga del peliverde, quien se encontraba con su pijama casual y semidormida asomándose lentamente después de haber prendido la pequeña lámpara de uno de los muebles cercanos a ella. Apenas el living de la residencia se iluminó con la luz tenue, pudo notar a su amigo a unos cuantos pasos de ella, tomándola por sorpresa y dándole curiosidad del por qué Deku se encontraba sentado en aquel sofá a esas horas de la noche.

-¿Hmm? ¿Deku-Kun?-

- Uh! U-uraraka-san...¿Q-qué haces aquí?- Preguntó el peliverde algo nervioso, se estaba cubriendo la zona baja con uno de los cojines del sofá debido a lo casi descubierto que estaba.

-Creí haber escuchado unos ruidos extraños, pensé que estaba soñando, pero al verte aquí deduzco que fuiste tu. ¿Que estabas haciendo?-

Mientras esto ocurría, Mirko estaba acostada en la parte trasera del sofá aguantando un poco la respiración debido al reciente orgasmo que tuvo gracias a su antiguo aprendiz, era un escondite poco seguro, pero era suficiente para ocultarse de la amiga de su Deku al menos hasta que se fuera.
Mientras el joven trataba de dar una explicación lo suficientemente convincente, la mujer cada vez más se molestaba al escuchar como la chica hablaba dulcemente con el peliverde hasta que sintió como esta se sentó en el sofa junto a él.

-Me alegra que nos haya tocado juntos, ¿y tu que opinas?- La chica de pelo castaño apoyó su cabeza en el hombro del joven con confianza, a lo que Mirko levantó ligeramente sus orejas prestando atención a la estudiante.

-A mi también Uraraka, me siento más tranquilo al saber que estoy con una amiga en esto.-

-Hehe, eso es muy tierno, Deku-Kun- Mencionó la chica sonriendo dulcemente a su amigo, tímidamente se acercó a él para darle un ligero beso en la mejilla para luego levantarse sin más en dirección a su cuarto. - Gracias por esas palabras, gracias a tí me siento más motivada.- al finalizar la frase, esta se iba retirando rápidamente del lugar al percatarse de lo que había hecho recientemente, ¿De verdad había besado la mejilla de su amigo? ¡¿Que estaba haciendo?!

Mirko sabía perfectamente que había escuchado un ligero beso desde el lado del sofá que ella no podía ver, lo cual causó una reacción negativa en ella que no podía describir. Sentía como su mente se nubló por un instante causándole un ligero malestar en todo el cuerpo mientras escuchaba a Uraraka retirarse del lugar despidiéndose de un Deku tartamudo.

Pero, ¿Por qué?
¿Que era lo que causaba esa reacción tan a la defensiva cuando se acercaban a su pequeño aprendíz?
Ni ella misma podía describir el por qué, ni como se levantó en dirección a Deku de una manera tan agresiva e inmovilizando sus manos agarrandolas con fuerza mientras volvía a sentarse encima de él.

-S-señorita Mir...-

-Dime una cosa, Deku...- Dijo con una voz ligeramente dominante y seria mientras una de sus manos se dirigió al pecho del joven, acariciando y haciendo círculos imaginarios lentamente en sus pectorales.
-...¿qué es ella para ti?-

Deku iba a responder rápidamente, pero fue inútil cuando soltó un suave quejido al sentir la mano helada de la mujer coneja recorrer debajo de su camiseta junto con unos suaves rasguños de las grandes uñas que esta poseía. Se notaba que estaba molesta, sus acciones tan agresivas de acorralarlo y disminuir sus movimientos no era algo que haría sólo para conversar.

-¿Y bien? ¿Vas a responder?- Su mirada se dirigió a él de una manera fulminante.

-U-uraraka nos va a escuchar...-

[| Mi Dulce Conejo. |] (DekuxMirko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora