Me dirigí inmediatamente al lugar acordado para reunirme con Glads. El lugar era un pequeña bodega en las afueras de la ciudad, era una zona donde la gente solía pasar muy poco.
Al llegar toqué la puerta que había en la bodega y escuché la voz de Glads.
— Entra sin hacer ruido.
Me asegure que nadie me estuviera viendo y después accedí al lugar sin hacer algún ruido como me lo indicó Glads.
— Nos vemos de nuevo (T/n). . .
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Glads en realidad era una mujer quién usaba algo para que su voz sonara masculina. Si, mi primer contacto con una mujer se debe a un simple accidente y más que me vió como un posible cliente.
— ¿Que haces con un bebé? Debido a tu historial dudo mucho que sea realmente tuyo.
Glads dejó de usar su editor de voz y comenzó a hablarme con su voz normal.
— Bueno. . .
— ¿No te la robaste verdad?
No sabía que podía parecer que podría robar algo, talvez se deba a mi cabello ligeramente largo y la ropa que llevo puesta en ocasiones que parece realmente iré a robar a alguien.
— No. Su Madre y Padre fueron asesinados. . .
— Oh. . . Vaya mundo de mierda ¿No?
— Si, lo es. . . Parece que su Madre la protegió hasta su último aliento.
— Los verdaderos padres darán todo por sus hijos aún cuando eso signifique renunciar a su vida.
— Si, supongo que tienes razón. . .
— Oye. . .
— No te preocupes fuí el peor hijo que mis padres pudieron tener, aunque para ellos eso no impidió el amarme de la forma que lo hicieron.
Mis padres me amaban más de lo que yo me amo.
— Además mi situación no parece mejorar, mi hermana fué desconectada y no me quedó otra opción que ponerla a dormir de forma definitiva.
— Yo. . . Lo siento.
— Bueno ahora tengo una responsabilidad más y es esta niña.
— Tu cómo un padre ésto realmente va ser entretenido.
— ¿Soy tu entretenimiento?
— Tal vez ~
Creo que nos estamos desviando del tema principal de esta reunión, además que no tengo idea de cuándo va a despertar la niña.
Se ve adorable mientras duerme sin poder controlarme una sonrisa se dibujo en mi rostro.
— Mira alguien finalmente sonríe, desde que te conozco no te había visto sonreír.
