Ofender

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⚠️Atención⚠️

Este capítulo hace mención a provocación inseguridades en la persona.
Mi intención no es que nadie se sienta ofendido ni humillado, únicamente con el fin de entretener y seguir el hilo, violento, de la historia.
Si es necesario podés saltarte al capitulo que sigue ya que no estara relacionado (únicamente se hará mención comprensible).
También parte sexual pero no creo que necesite advertencia formal.

El clima era frío esa noche en Buenos Aires, a dos cuadras de un restaurante lujoso 
<grande y de colores cálidos con un cierto estilo vintage, dónde se pueden hacer reservaciones privadas y demás cosas>
más específicamente al final del estacionamiento de el mencionado lugar: había un auto negro del mismo status del restaurante; por fuera del auto se podían admirar los vidrios, polarizados, empañados, tapando completamente la vista hacia dentro de este.
Si escuchabas con atención se podían percibir sonidos raros y respiración agitadas con algunos jadeos... ¿masculinos?

- Creo que ya está...- decía en un leve suspiro de voz más grave en el asiento trasero de el automóvil- Vení acá

Dentro de este estaba Roier levantandose del suelo de entre las piernas de Spreen, para seguido de eso subirse a su regazo sin vergüenza alguna aún con su ropa puesta pero con cierta presión ahí abajo, cierta presión que desea ser liberada cuanto antes.

Ellos comienzan besarse apasionadamente, como si su vida dependiera de eso y su amor fuera lo único que resalta en el auto, Iván es quien toma el control de este beso haciendo que Sebastián a duras penas pueda seguirle el ritmo, aunque no se queja, le encanta la sensación de se controlado de esa manera. Sebastián mueve sus caderas buscando algo de contacto entre su erección apretada y la ya desnuda de Spreen.

Desesperadamente el azabache de gran estatura; deshace el beso dejando un fino hilo de saliva, baja dejando un camino de besos mojados y una que otra mordida hasta en cuello del mexicano, quien, con su rojizo labio entre sus dientes superiores, va desabrochando la camisa negra perfectamente tallada a su físico que llevaba puesta Iván está noche de "simple salida con amigos".

- Apresurate wey, puede venir alguien- decía arrastrando sus palabras. Si, dijieron que ya se iban, pero no pudieron aguantarse y se quedaron en el estacionamiento, si alguno más de sus amigos tenía que irse y tenía su auto en el estacionamiento, que claramente estaba ahí, podían verlos, sería la vergüenza de su vida.

- Ya voy!- farulla divertido

Spreen plata un dulce beso en su boca y le regala una sonrisa para su seguridad y confianza.

Spreen ya tenía esto planeado, no el lugar ni el momento, pero sabía que pasaría, sabía que, conociéndose a si mismo un día la exitacion le ganaría y tendría que convencer a Roier de hacerlo, pero tenía que prepararse, investigar, no quería que Roier se sintiera mal o pasará algo malo y nunca más tuvieran sexo, realmente Spreen pensaba que a partir de la primera vez que lo hicieran comenzarían a hacerlo todos los santos días sin descanso.

Después de dicha sonrisa las manos de Spreen se deslizan por la piel calida de Roier llegando a su cintura, dónde toma su suéter junto a la remera que lleva debajo, la enreda en sus dedos y levanta para poder quitársela. Roier levanta un poco sus brazos para facilitarle el trabajo, la remera junto con el suéter terminan desparramadas en el asiento del copiloto.

Vuelven a besarse con deseo, incluso más que antes, el mexicano toma la nuca del argentino y entrelaza sus dedos en los rulos de este.
Spreen por su parte toca y acaricia el abdomen de Roier, sube y baja masajeando provocando algo en él, algo que no le está gustando para nada, algo raro.
Y no, no es nada referido ala situación.

VIOLENTOMETRO- Sproier// Spreen x Roier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora