Humillar en público

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- Entonces uno de frutilla y chocolate queres vos?

- Si, solo esos dos

- Bueno, ya vengo, si queres espérame acá o anda yendo a la plaza

- Me parece bien- respondió Sebastián para luego recibir el corto beso que le robó Iván y encaminarse a el parque.

Ocho en punto de la tarde, el cielo ciertamente está de muchos colores, colores que se pueden traducir como rojo y naranja, hasta morado convirtiendose en el azul de la noche.
El atardecer los acompañaba en esta pequeña salida que tenían, sería una especie de despedida ya que era el último día de Roier en Argentina, su vuelo salia al día siguiente a las tres de la tarde, después de almorzar.

- Ay que lindo perrito- exclamó Roier cruzándose con un azabache de dudosa raza y dudosa higiene, cuando estaba acercandose al parque- ¿tu también quieres nieve mi amor?, más hermoso, ¿o no que eres hermoso? vente vámonos al parque, aquí pueden atropellarte, ven

Seguido de un típico llamado para perros al estilo de "pss pss pss".

La mirada de Roier, minutos después, puede percibir esos rulos oscuro ,que tanto le encantan, cruzando la calle junto con dos conos de helados, uno de frutilla y chocolate y el otro de lo que parecen ser frutos rojos y vainilla, o tal vez limón, es difícil distinguir a simple vista.

- Volví, queres que nos vayamos a sentar o damos unas vueltas?

- Lo que tú quieras mi amor

- Vamos a caminar mejor, estuve sentado literal toda la tarde- suelta acompañado con una risa

Se encaminan a dar unas cuantas vueltas, pacíficas, sin apuros de nada no nadie y comiendo su helado, o nieve. Con un perro negro siguiéndolos que Spreen no conoce pero Roier reconoce sin decir nada.

- Entonces... te vas mañana- hay decepción en las palabras de Iván.

- Sip, que rápido paso ¿no?

- Mucho, siento que ayer nomás llegaste, me la paso muy bien con vos  que el tiempo se va volando

- Awww, eres muy tierno a veces, ¿lo sabías?

- Ah, ¿si?

- Si, y no me lo puedes negar por qué tu cara está roja

- Mentiroso- le dedica una sonrisa mirándolo penetrante a los ojos, probablemente el sonrojado ahora sea Roier

- No miento, además de tierno eres hermoso, no tiene discusión lindo, cambiando de tema que buena la nieve eh

- A ver- y le roba un corto beso en los labios al ver que tenía un poco de helado- tenés razón

- Oye! eso fue en contra de mi voluntad pendejo, además no te dije que podía probar de esta dulzura

- ¿Perdona?

- De la nieve pendejo!!

- Bueno, bueno, ¿y que pensas hacer? - pregunta con la creciente sonrisa coqueta que tal parece no querer salir de su cara, momentos así y junto a Roier hacen que quiera sonreír todo el tiempo.

- Sacarte del tuyo, obviamente- y encamina su diminuta cuchara de plástico celeste al helado de su novio.

- No!- recita entre risas tímidas alejándose de Roier

- Ven aquí mamón, yo también tengo que robar del tuyo

- No, es mío- continua alejándose lo que hace que Roier se acerque a el en zancadas

- Ya se que es tuyo, pero tú me sacaste del mío, debes darme un poco, ratero

- Nop

- Por las buenas o por las malas- toma a su novio con una mano por la espalda obligándolo a chocar contra su pecho y mirarlo- ¿Ahora sí me vas a dar un poco?

VIOLENTOMETRO- Sproier// Spreen x Roier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora