Capítulo 7:

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Zona de Guerra


(Lamento haber republicado este capítulo, pero me puse a revisarlo y vi que se había publicado extremadamente mal. Disculpen las molestias y aquí lo dejo cómo debe ser)


Muy bien, las cosas cada vez se ponían más tensas.

Se supone que Harry habría aceptado esta misión con la intención de que Snape regresará a su estado natural en al menos un día o dos... vaya sorpresa resultó cuando sin darse cuenta dos semanas ya habían transcurrido.

Era la cuarta semana de clases y efectivamente ya se habían adentrado a octubre, el mes más escabroso para él. La decoraciones parecían ya adornar por completo el castillo, los fantasmas parecían más eufóricos por las fiestas y los estudiantes rebosaban de alegría ante cada nuevo banquete que aparecía en el Gran Comedor, aunque eso se debía principalmente a la cantidad de dulces que habían en temática a la festividad.

Así mismo el viaje a Hogsmade estaba cada vez más cerca, y con ella las nulas posibilidades de Harry para disfrutar de él.

Suspirando entre el plato de comida y el, levantó la mirada en dirección a la mesa de Slytherin, donde un joven Prince leía detenidamente mientras comía con bastante clase un desayuno inglés completo. Harry no pudo evitar reír sin gracia, habían convivido bajo esta extraña parábola de misión sin entrar siquiera en una pelea verbal.

Estas alturas tanto el profesor Flitwitt como Madame Pince habían hecho una apuesta por cuánto tiempo durarían antes de arrancarse el pellejo, pero dado que ambos seguían completos y solventes,  las expectativas de un duelo fueron totalmente olvidadas por parte del personal al poco tiempo, siendo Madame Pomfrey la ganadora de tal apuesta (ya que ella había apostado a favor de una amistad). Aquel conocimiento lo llenó de gracia una vez que su tutora lo comentó al aire, ella se veía realmente alegre de que las cosas se estuvieran desenlazando de ese modo, pero poco podía hacer una vez que Harry dio paso a octubre y su humor cambió drásticamente.

Mirando hacia su plato, el Griffyndor llegó a la conclusión de que no tenía sentido permanecer más allí, durante esas fechas y con todo lo que conlleva recordar, Harry se encontró incapacitado de hacer muchas cosas, entre ellas el tener apetito. Así que recogiendo sus posesiones intento caminar en dirección a la gran puerta de madera, escuchando modularmente una suave voz a sus espaldas

      — ¿De pronto te has convertido en una planta? — preguntó el chico de ojos azules a sus espaldas. Cómo siempre Prince parecía mantener un libro fuertemente abrazado a su pecho, con su túnica perfectamente puesta y una expresión desinteresada que le mantenía al margen de los demás estudiantes de Hogwarts, una visión bastante apegada a lo que conoció una vez en el tirano maestro de posciones, pero tan diferente al mismo tiempo.

El león seguía encerrado en sus propios pensamientos aún, así que no pudo evitar preguntarse a que se refería el más pequeño — ¿disculpa? —

Prince lo observó con un rostro dividido entre la acusación y el fastidio — Dado que has pasado por alto la necesidad innata de alimentarte, creí que te habrías convertido en una planta. Después de todo, no encuentro otro modo de subsistencia que no sea la fotosíntesis — exclamó, pasando a su lado como sí aquello fuera un hecho obvio para todo el mundo.

"Cómo sí su tren de pensamiento siquiera se pareciese al de los demás" pensó.

Sin poder evitarlo Harry dejó escapar una risa ahogada, negando con su cabeza ante el extraño sentido del humor de su ex- maestro — Tienes que hacer algo con ese sentido del humor, sí no estuviera acostumbrado a tú ironía diría que estás preocupado por mí — bromeó en respuesta, logrando notar como la expresión aburrida pasaba a una de total disgusto.

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