Capítulo 3

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Lo que un medimago hace.


La situación se había calmado significativamente luego de la salida del director y la subdirectora de la enfermería, Madame Pomfrey le había pedido amablemente que la siguiera a la segunda puerta de su despacho, donde se encontraba una sala llena de posciones e insumos médicos mágicos de los cuales Harry poco o nada sabía. El olor de la sala le recordaba un poco al despacho de Snape en año pasado. Por supuesto al haber pasado por el desastre con el auto volador y el Sauce Boxeador, lo menos que cualquiera esperaría al ser llamado al despacho del hombre para probablemente ser expulsado era distinguir algo en su periferia, la verdad fue que Harry no tenía el instinto de un niño común y corriente.

Habiendo vivido bajo el yugo de parientes menos que estelares, Harry aprendió a leer su entorno antes que cualquier cosa, por lo que esa noche en el despacho de Snape había podido identificar un olor peculiar, algo que le decía a Harry "limpió" pero no en el concepto muggle. Era difícil de explicar y sin embargo podía notarlo en el despacho de Madame Pomfrey también. La cantidad de botellas y frascos era interesante, no tanto como en el salón de posciones o el despacho de Snape, pero sí era considerable.

       — Lo primero que debes saber al tomar esta responsabilidad, Harry, es que los medimagos no sólo tenemos la responsabilidad de atender enfermedades parecidas a las que conoces del mundo muggle, ya sea la gripe, el resfriado o una viruela, sino también las enfermedades mágicas que pueden ser incluso más peligrosas de lo que la mayoría de los magos realmente creen — Harry escuchó atentamente mientras asentía hacia la mujer — Tal y como presenciaste en tu año pasado, hay hechizos y maldiciones que pueden hacer un gran cambio en nuestra anatomía en tan solo un segundo, cómo cuando Lockhart desapareció el hueso de tu brazo —

Instintivamente Harry mostró una expresión desagradable al recordar el fiasco de hombre que había resultado ser Lockhart — Puedo recordarlo — la enfermera asintió con seriedad.

       — Entonces, para lo que algunos muggles lo peor que podría ocurrirle a sus huesos es facturarse o quebrarse, para nosotros no es más que un pequeño inconveniente. Por ello la Medimágia es un tema tan delicado, no sólo lleva la salud y la magia como centro, sino también la condición del núcleo del mago y el tiempo de acción —

Harry nuevamente solo se limitó a asentir con su cabeza, mirando los distintos frascos que uno por uno la dama comenzó a mostrar, dejándole ver lo parecidos que podían ser y así mismo lo fácil que podían ser confundidos en un momento de emergencia — Con esto no quiero asustarte, lo que deseo es que entiendas que al igual que posciones, la rama médica es un tema de medidas e instrucciones, un solo error puede ser mortal y una condición médica puede tener muchos métodos de resolución o sólo uno, dependiendo de lo que sea. Cómo estás tutorías están basadas más que nada en la condición actual de Severus nos concentraremos en el área mental y físico superficial, es decir, cómo reaccionar ante una fiebre imprevista, como calificar si un mareo puede llegar al punto de las náuseas, cual y cuánta posición se debe administrar, y por supuesto cuando es imperativo recurrir a mí presencia ¿Correcto? — el chico asintió — Muy bien. Comenzaremos con las posciones para estabilizar la fiebre y el mareo —

Durante las próximas dos horas Harry se vio inmerso en un discurso de posciones que lo dejaron entre confundido y maravillado, maravillado por en nivel de acción que tenían cada uno de los líquidos que contenían esas botellas y confundido por lo fácil que le resulto entender las explicaciones de la Medimaga gracias a su método de metáforas y ejemplos imaginarios.

Así mismo luego de escuchar la cátedra Madame Pomfrey le prestó un par de libros con capítulos marcados donde el podría ver con más detalles las especificaciones de las pociones Calmantes, Pepper-Up y reductoras de fiebre. Le habría resultado aburrido si la explicación no se hubiera dado antes, pero ahora y con una imagen de referencia en la mente, Harry podía entender con más exactitud los conceptos del libro.

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