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CAPÍTULO 13

Pueblo de Chulsoul.
Casa de la familia Lee.

Toda esta última semana se ha sentido pesada aunque curiosamente el ambiente de esta casa ahora es más cálido y tranquilo, lo cual de alguna forma ayuda a que me sienta intranquila sumándole a mi propia pesadez.

Estas noches fueron un infierno para mis padres quienes me tenían durmiendo en su habitación; papá incluso se iba a mi dormitorio solo para dormir mejor. Me sentía mal por ellos pues no quería incomodarlos, pero mi miedo le ganaba a ello.

En las siguientes horas mis padres me habían dejado la tarea de limpiar la casa de abajo hacia arriba. Detesto la idea de hacerlo yo sola sin embargo, no tenía mucho que protestar. Las cubetas debían de estar llenas de polvo y telarañas, pero no me preocupaba aquello, dichas cubetas se encontraban guardadas en el cobertizo, ¿qué persona tan extraña las pondría allí y no en el cuarto de limpieza?

Estando en la parte trasera de la casa, entre tantas hojas se encontraban las puertas de madera que conducían al cobertizo. Un candado colgaba de un extremo hasta el otro dificultando mi ingreso a aquella zona—aparte—de la casa.

Desde que llegamos, la casa solo se había limpiado en las zonas más transcurridas, hablamos de una mansión que no tiene personal de limpieza a petición mía. Durante unas cuantas semanas habitabamos entre las telarañas, polillas y cucarachas. En nuestra llegada ninguno tuvo el tiempo de tomarse unos días para limpiar el lugar, fue llegar y comenzar con las actividades pendientes que nos esperaban. La casa fue entregada remodelada, pero sin limpiar; incluso siguen existiendo pequeños lugares donde no pintaron dejando las clara evidencia de que trabajaron con cemento. Parecía algo planificado aproposito para nosotros en nuestra llegada, porque nada explicaba como era posible tan poca eficiencia por parte de bienes raíces.

Ignorando mi frustración por todo lo que ha pasado, acumulado por el estrés que conlleva limpiar una casa de tal tamaño, me acerqué a ver el candado—también lleno de polvo—con detenimiento; ni siquiera la cerradura era similar con las que existían actualmente. Suspiré pesadamente cargando mi mal humor sobre mis hombros con la intención de devolverme y buscar dicha llave, pero no fue necesario al darme cuenta que la decoración de la puerta tenía una llave que era removible así que con algo de fuerza logré sacarla e introducirla en el candado logrando que a duras penas lograra abrirse.