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Ya habían pasado días desde que salí del hospital,  quien diría que un pan fue el segundo en dejar sin habla al gran AgustD; el primero había sido mi Jiminnie.

Me encontraba a la puerta de la casa del amor de mi vida, con un regalo que espero que le guste a mi bebé. Llevaba unos 2 minutos esperando a que me abrieran y de verdad esperaba que todo saliera bien, comenzar a tratar de ganarme el cariño de mi hijo.

Y de pronto la figura que tanto había tenido se encontraba enfrente de mi; trague pesado antes de saludarlo, me sentía como la primera vez que nos presentaron.

SrPark— Min, buenas noches; tu y yo vamos a tener una larga plática pero por el momento solo te quiero decir que trates de hacer feliz a mi príncipe; pasa—

Se me fue la sangre a los pies de un golpe; sentí un vacío en el estómago y solo logré asentir como respuesta.

Al entrar nos dirigimos al comedor, el recuerdo de la batalla épica contra el omelet de espinacas me hizo soltar una risilla de nostalgia.

Ahí se encontraban Hoseok terminando de colgar el letrero de "Feliz cumpleaños" mientras el inepto de Kim pegaba un pollito de cartón con un gorrito de cumpleaños, mientras Taemin estaba muy concentrado en inflar mas globos.

En la cocina se oía la voz de la señor Park tarareando una canción mientras se oían ollas.

Pero no había rastros de lo que más deseaba ver.

Se escucharon pasos pisadas en las escalera y escuché como el señor Park le decía a Jihoon que no correrá que era peligroso.

Y de un momento a otro ya están Jihoon en los brazos de su abuelo, vestido con unos jeans de mezclilla, un suéter negro y una playera blanca, tan rápido me vio se escondió en el cuello de  su abuelo quien le susurraba algo en el oído y el solo decía que si.

Lo bajo y camino hacia mi, rápidamente me agaché hasta su altura para poderlo ver y escuchar bien.

Jh— gashas pol venil papá gatito, ¿esho esh pala mi?—

Yg—¿esto?— señale la caja en mis mano— si es para ti; toma—

Le dije extendiendo la caja que tan pronto dije eso se comenzó a moverse. Jihoon hizo una perfecta "o" con su boquita.

Abrí la caja enfrente de él para sacar un cachorro de pelaje rubio pequeñito, se lo entregue en sus manos y volteo a ver a su abuelo.

Jh—Mila apuelo es un pedito —

Cuando levante la vista pude ver al señor Park y atrás de él en las escaleras estaba Jimin viéndonos, se veía ojeroso, pálido; muy pero muy delgado, a su lado estaba Jungkook sujetando a Jimin de su pequeña cintura mientras este se recargaba en el, atrás de ellos estaba Jin sonriendo viendo como el cachorrito lamía a Jihoon.

Ver la manera en que Jimin buscaba la cercanía de Jungkook me hizo entender que si de verdad amaba a mi familia debería dejar ir a Jimin en busca de su felicidad; ya le había hecho mucho daño; y no tenía derecho a pedir oportunidad alguna con el.

Aún con una tristeza tan grande en mi corazón por tomar la decisión de dejar ir a mi amor; fingí, fingí una sonrisa y regrese la vista a mi hijo; a él también dejaría ir para que fuera feliz con su padre y probablemente esta sería la ultima vez que pudiera ver su tierna sonrisa.

La voz de la señora Park nos hizo acercarnos al comedor para comenzar la cena.

El señor Park en la cabecera, a su lado izquierdo su mujer; del lado derecho Taemin enseguida de él el idiota de Kim, seguido de Hoseok luego Jin; a lado de la señora Park se encontraba Jimin, luego en su sillita alta Jihoon y yo alado de él y en un lado de mi estaba Jeon.

La cena era un poco; por no decir muy; incómoda; eso hasta que Jimin decidió disculparse para poder ir al baño.

Taemin frunció el ceño, Kim comenzó a llorar y Jin se levantó tras Jimin.

Jh—Kookie, ¿papá va eshtar bien?

Jk— claro campeón ¿por que lo preguntas?

Jh— esh que papi no le guta la comida y cuando come va al baño a tilala —

Yg— tranquilo bebé papi estará bien, solo está enfermito del estómago pero se va a poner bien, mejor dime ¿cómo vas a llamar  a tu perrito?

Jh—Kookie —

Las risas en el comedor no se hicieron esperar, en general el nombre fue bien visto por todos menos por una persona, pero vamos con algo tenía que pagarme si después de todo se llevaría lo que más quiero.

Después de eso regreso Jimin un poco más pálido junto con Jin;  no pasó mucho cuando trajeron el pastel y le cantamos el feliz cumpleaños a Jihoon, abrió sus regalos y en general la tarde noche  fue agradable, nos tomamos fotos, todos juntos y una en particular me gusto mucho donde aparecemos solo Jimin, Jihoon y yo, Taemin me dijo que me haría llegar la foto, ese sería mi tesoro más grande de ahora en delante; sería mi pilar para no derrumbarme; el primero en retirarse fue Jin; seguido por la pareja Jung-Kim; Taemin fue a tomar unas llamadas a su oficina mientras los señores Park fueron a acostar a un Jihoon que ya se encontraba dormido.

Me sentía incómodo estar con Jimin y el cara de conejo; comencé a pensar que sería mejor  despedirme y marcharme pero fue Jungkook que le dijo a Jimin que se tenía que retirarse, le dio un beso en su frente y partió de aquella sala donde nos encontrábamos.

Estaba nervioso, no sabía que decir o que hacer, pero horas antes ya había decidido que dejaría a Jimin buscar su felicidad así que tenía que comenzar a cerrar los asuntos pendientes de lo que fue el momento más hermoso en mi vida.

Yg— Jiminnie, perdón, Jimin, voy a retirar la demanda por la custodia de Jihoon; en verdad nunca quise aquello; y no es que no quiera a mi hijo; solo quería reconocerle como tal, pero esto te ha hecho mucho daño a ti como a él y lo lamento; lamento no haberte defendido cuando debía; lamento no haberte protegido; lamento haberte dejado en segundo lugar; lamento haber puesto mi trabajo por encima de nosotros; lamento todo el sufrimiento que pasaste cuando no lo merecías, lamento no haber valorado todo el amor que me dabas; no me alcanzara la vida para pedirte perdón a ti y a Jihoon; te amo Jimin, pero mi amor te hace daño—

Vi como por las mejillas casi inexistentes de Jimin caían lágrimas; no podía seguir viéndolo llorar; así que tome mis cosas y salí lo antes posible de ahí; oía como gritaba mi nombre y mi corazón me decía que regresara; que lo tomara entre mis brazos y nunca lo soltara; pero mi cabeza me decía que era lo mejor; que yo saliera de su vida y que le dejara ser feliz.

Al llegar a mi hogar; recibí una llamada de mi abogado que me informó que la demanda contra él par de ratas ya estaba lista y que mañana se pasaría al juzgado me dio un poco de alegría en medio del dolor que estaba sintiendo en ese momento; mi abogado se sorprendió mucho al saber que retiraría la demanda de custodia de Jihoon.

Si no pude hacer feliz a Jimin como se lo merecía por lo menos le daría paz.

El Misterio de ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora