-Capitulo 10-

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Corria de forma des frenada de ves en cuando chocaba con alguna persona, pero eso no lo hacia detenerse, maldijo cuando sintió gotas cristalinas de agua posarse en su rostro, iba a llover.

Apresuró su paso, aun no podia usar su habilidad, comenzo a sentir una presión en el pecho, la sensación de asfixia era desagradable pero aguanto el dolor, hasta que para su fortuna logro visualizarlo, el edificio de la Port Mafia.

Disminuyó su andanza, a pasos torpes logro ponerse en frente de la puerta principal, sus piernas comenzaron a fallarle provocando que se cayera, su vista empezó a distorsionar se, intento volver a ponerse de pie, pero apenas posó su mano en el pavimento para alsar su cuerpo, su visión se sumió en oscuridad completa, ante la luz de la luna  los rastros de sudor y las gotas de agua, su blanca piel se ilumino de una manera magnifica, digna de contemplarse.

Se habia desmayado.

Mientras que en el interior del edificio se encontraba el jefe de la organización y su habilidad que se encontraba en la esquina de la oficina dibujando, la razón del por que seguian ahí, era sencilla.

El papeleo se estaba acumulando, tenia que encargarse de mantener todo igualado, no podia permitirse descuido alguno, seguia con la busqueda de sus subordinados, ahora tenia que dividir equipos que buscaran en el dia y otros de turno nocturno.

Cuando dio  por concluido el último documento que tenia que revisar ordenó a su habilidad, nombrada como Elise que se prepara para dirijirse a su domicilio.

La pequeña empezo a guardar sus materiales y el azabache busco su abrigo y llaves del edificio, cuando la niña término se puso a un lado del oji-morado y salieron de la oficina.

El mayor se encontraba cansado, su dia fue difícil, cuando llegó a la salida deslizó la puerta, su expresión fastidiada cambió a una de sorpresa al divisar una silueta en el suelo.

-Chuuya-kun?.......-Se acercó con duda al cuerpo para confirmar sus sospechas, abrió los ojos en grande y de inmediato se acerco a revisar sus signos vitales.

-Elise-chan ayudame a llevarlo a adentro- La habilidad simplemente asintió, y tomo el cuerpo del pelirrojo de los brazos, El azabache miró por todas direcciones para ver si su subordinado menor no se encontraba también por allí, pero no logró ver rastro de él.

Tomo de las piernas al oji-azul y lo llevo a su oficina/consultorio, necesitaba saber lo que ocurrió con Akutagawa y por que el pelirrojo estaba demacrado.

-𝙴𝚗 𝚘𝚝𝚛𝚘 𝚕𝚊𝚍𝚘 (𝚞𝚋𝚒𝚌𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚊)-

Se encontraba contemplando a través de la ventana, el camino que recorrían en carro, no sabia cual era el destino exacto pero poco le importaba, su blanquecina piel que antes no tenia una sola mancha ahora se encontraba llena de moretones.

Durante el tiempo que estubo encerrado mientras Osamu buscaba un nuevo "escondite" los servidores del castaño se dedicaban a burlarse de él, lo golpeaban y humillaban, claramente no llegaron a más que golpes por que ellos sabian las consecuencias.

Ahora el castaño dio nueva orden de trasladar se a Dios sabe dónde, el solo se encontraba ensimismado con sus pensamientos, queria dejar de sentir, queria terminar de una vez con su vida, pero era vigilando dia y noche por esos hombres.

Estaba concentrado, hasta que sintió el motor del coche detener se, alzó la mirada y vio que se trataba de una casa de dos piso, antigua pero bien conservada.

Observó a sus alrededores, todo era desolado, uno de los hombres lo hizo bajar del coche y lo guió al interior de la casa, ya adentró notó que la casa llevaba años sin habitar pero aun haci se matenia intacta.

-Ryū- Odiaba cuando era llamado por aquel ser- Sigueme, te llevare a tu nueva habitación-El azabache solo asintió y se puso a la par del castaño.

Mientras caminaba por los pasillos noto las numerables habitaciones que tenia aquel sitió, cuando el castaño se detuvo el imito la acción.

Quedaron frente a una puerta de tono rojizo, el castaño sacó las llaves de su abrigo y las introdujo en la cerradura, con la puerta abierta en frente el mayor dio paso para que el oji-gris pudiera visualizar la habitación.

-Aqui es dónde vas a quedarte- El menor no habló solo asintió e ingresó al cuarto, desde el dia que lo separaron del pelirrojo no ha vuelto a pronunciar ni una sola palabra.

Eso tenía fastidiado al castaño-(Luego lo educare)- pensó para si mismo mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios.

El menor no se percató de eso solo se dedico a observar cada detalle del cuarto, cuando volteó a ver al castaño este ya se habia marchado obviamente encerrándolo.

Suspiró cansado, observo las esquinas de la habitación su mirada se captó en un espejo algo empolvado, lo limpio y observo su cuerpo, más delgado, más pálido y con muchas manchas de tonos rojizo y morado.

Una expresión de asco se formo en su rostro...

Pensar que la persona que una ves admiro y aunque quiera negarlo también amo, fue capaz de hacerle tanto daño.

Pasó su dedo índice por cada marca que encontraba en su cuerpo, se sentía un idiota por haber se dejado engañar, pero ahora ya no valía la pena lamentarse de sus errores en el pasado.

Se dirigió a la cama de dos plazas que estaba en la mitad de la habitación, relajo su cuerpo y se dejo caer en el colchón, no tardo mucho en quedarse dormido por el cansancio mental y físico.

Solo esperaba ansioso su muerte.













CONTINUARÁ...

𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝕆 /AtsuAku/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora