Desperté con el sonido de mi alarma, no quería despertar, no quería ir a la universidad. Pero recordé que tenía cosas que entregar y no quería que mi amigo obtuviera una mala calificación debido a mi descuido. Entonces decidí levantarme y dame una ducha.
Salí de la ducha y me dirigí al lavamanos para lavarme los dientes. Peine mi cabello como suelo hacerlo todas las mañanas –. ¿Debería cortarme el cabello? – Me preguntaba a mí mismo mientras terminaba de cepillar mi cabello.
Luego de esto, fui a mi armario. Opté por una camiseta blanca, jaenés azules y unos tenis negros. Sentía que me faltaba algo así que busque en el cajón de mis chaquetas, pero termine poniéndome un cárdigan naranja con manchas azules.
¡finalmente mi outfit estaba completado!
Miré hacia el reloj digital junto a la cama. – ¡No puede ser! – como de costumbre estoy atrasado, así que salgo de mi cuarto a toda velocidad tomando el proyecto y las llaves de mi auto. Por obvias razones no me dio tiempo para desayunar; sin embargo, no me preocupé ya que más tarde iría a la cafetería, esa sería la excusa perfecta para ver a ese chico que siempre encuentro a la hora del almuerzo. Aquel chico rubio de labios gruesos y lindos cachetes al que aún no me atrevía a hablarle.
Llegué al estacionamiento de la universidad me apresuré a salir del auto, ya era algo tarde la clase había comenzado hace varios minutos. Así que corrí por los pasillos para llegar a tiempo.
Al llegar entre y todos voltearon dirigiendo sus ojos hacia mí. Para mi suerte entre justo en frente del profesor, que se encontraba sentado en su escritorio. Acomodo sus lentes y dijo en un tono molesto – Bienvenido joven Min, llega tarde como siempre – Era de esperarse su molestia porque interrumpí se clase al entrar de esa forma.
Fui a mi asiento, justo al lado de mi mejor amigo. Él me mira y me dice – Ya es una costumbre tuya eso de llegar tarde – dice Hobi mientras me siento a su lado – ¿al menos trajiste la parte que te toca de tu proyecto? – yo solo asiento mientras saco las cosas de mi maletín.
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Al acabarse la clase empaco todas mis cosas en el maletín lo más rápido posible, quiero llegar en el momento justo para ver al rubio en la cafetería.
-Hoba amigo, voy a la cafetería. ¿Quieres que te traiga algo? – le pregunto a mi amigo, que voltea a mirarme al instante – ¿por qué me miras así? –
- ¿Me preguntas eso porque no quieres que me dé cuenta que solo vas a ver al chico de la cafetería? O ¿de verdad me vas a invitarme algo? – me pregunta en un tono de burla, como que si no fuera muy obvio que solo voy a la cafetería por el chico.
Frunzo el ceño molesto antes de responder – ¿Qué quieres que te diga? – pregunto ya un poco molesto – si sabes perfectamente la respuesta – el me mira y vuelve a reírse – Ya deja de hacer eso, es molesto –
- Min, ¿de verdad vas a seguir sin hacer nada al respecto? –
-¿Qué quieres que haga? Que me acerque y le pregunte ¿quieres salir conmigo? Ni siquiera debe de saber mi nombre –
