Porque es la primera vez que me dejas sola

131 16 1
                                    

Lejos de los problemas principales, Sarah Garnet estaba apunto de cerrar su tienda de pasteles, ese día ella tuvo muchas ventas y sus empleadas amaban que su jefa les haya dado galletas, todo parecía ir bien pero..... dentro de la mente de esa chica su mayor sueño desde que era joven era casarse y ser una buena madre, entonces cuando conoció a Emile, ella se sintió muy enamorada del joven ya que era una persona maravillosa pero los años pasaban y ella quería dar el siguiente paso, por eso siempre iba a la tienda de muebles a ver un sillón que quería para su casa de recién casados con Emile.

Pero los sueños a veces no son fáciles, así que ese día Sarah iba con sus empleadas a la tienda de muebles para ver su sillón favorito pero su realidad la atacó.

Señorita Lía—la trabajadora hablo con una de sus acompañantes—el sillón llegará la otra semana
Lía ¿compraste el sillón?—una de las chicas la observó
Si—se sentía tímida
¿Hay espacio en tu viejo estudio?—otra hablo con curiosidad
No, me voy a mudar porque me voy a casar—miro con tristeza a su jefa—disculpe
¿Por qué te disculpa?—Sarah se incomodo y se levanto del asiento—tengo que irme, felicidades
Gracias jefa—la joven asintió y todas sus compañeras empezaron a indagar sobre su próxima boda

Sarah estaba algo incomoda, los años pasaban y su querido Emile no daba el paso que ella quería, entonces entro a una tienda de conveniencia y cuando salió le marco a su novio

¿Qué sucede amor?—la voz de Emile se hizo presente
¿Vienes por mi?—se oía incomoda
Amor, ¿no fuiste a comer con tus compañeras?—se preocupo
No, quería cenar contigo—fingió
Dame 30 minutos, estoy con Ewen y—intentó calmarla
No, entonces ire a cenar sola—le colgo

Ewen observaba como su mejor amigo miraba su celular con extrañeza y suspiró

¿Otra vez te peleaste con Sarah?—lo observo
No la entiendo, últimamente esta más a la defensiva y pues me esta costando trabajo entenderla—suspiró—es más fácil entender las computadoras que a esa mujer
A ver—alzo la mano—pásame tu cel
¿Por qué?—se preocupo
Tonto, a pesar de que tengas una app de citas tengo que ayudarte—revisó las conversaciones entre Sarah y Emile, intento ser crítico asimismo evito leer sus platicas explícitas hasta que termino de dar su análisis—creo que el problema es el sillón
¿Por?—se preocupo
Porque ella seguramente lo quizo, pero su compañera más joven lo compro—le mostró la foto de Sarah y el sillón—ella no te mando eso para que le dieras la bendición a su empleada
Maldición—se sorprendió—tienes razón , Ewen ya vi porque tienes suerte con las mujeres, las logras comprender
Si—sonrío con ego—¿entonces que harás?
¿De qué?—se confundió
¿Compraras el sillón?—lo observo
Bueno, ella es autónoma—se sorprendió
Idiota—le dio un golpe—ella no puede solventar ese gasto y llevarlo a su apartamento
Cierto—se sorprendió—quería que fuera su apoyo

Cuando el joven Emile terminó su confusa reunión fue a su departamento donde Sarah dormía molesta, entonces se acerco a ella y la abrazo

Lo siento por hacerte esperar—le susurró—prometo que no lo haré mas y cumpliré con lo que quieres
¿En serio?—contesto adormilada
Si—le sonrío—disculpa por llegar tarde

La chica sintio la esperanza subir en su cuerpo, pensaba que su amado Emile daría el paso siguiente mientras que el chico solo estaba buscando algo que vender para poder pagar la primera mensualidad del sillón.

A la mañana siguiente con Anya y Damián, el joven estaba haciendo su desayuno cuando la pelirosada salió de su habitación

Buenos días—comento algo apenado ya que creía que la chica seguía molesta
Buenos días—se acercó—estuve pensando en lo de ayer y me di cuenta que tuviste razón para hacer eso, eres un excelente defensa
¿Si?—se sorprendió
Si—asintió—siento que conoces mas a tus padres y que por ende escogiste lo mejor para poder conseguir esa aprobación
Gracias—asintió
Por cierto, igual le dire a mis padres, mi casa es igual de patriarcal pero tiene una excelente auxiliar quien toma las decisiones—sacó su celular—entonces ¿una selfie?
Claro—el joven se acerco nervioso

La pelirosa intentaba tomar la selfie pero su rostro inexpresivo hacía que Damián se sintiera nervioso, ademas por más que buscaba un ángulo no podía encontrar la forma de que ambos salieran en la foto por lo que Damian opto por tomarla él.

La foto quedo bien—asintió Anya—excelente trabajo
Gracias—se sonrojo
Listo—lo observó—ya la envíe

Damián observó el mensaje de "madre, con este hombre me casare" y la foto, luego miro a Anya y se sonrojo demasiado, no entendía como pero ese chico de 30 años estaba a punto de casarse con una mujer hermosa.

El día pasaba rápido en la oficina y un empleado se acerco a Anya para mostrarle el avance de la app, pero el hombre noto que estaba muy enfocada en su celular y le pregunto que pasaba

Es que me van a llamar—siguió mirando su cel

El hombre no entendía pero siguió explicando su avance del proyecto cuando el celular de Anya empezó a sonar y noto que decía "Madre", por lo que la pelirosada decidió disculparse y retirarse.

Quiero conocer a ese hombre—comento su madre
Claro—dijo sin titubear—mañana iremos
Esta bien, le dire a tu padre, fue de viaje con el señor Grandchester—comento con alegría
Nos vemos mañana madre—colgó el teléfono

Lejos de ahí Emile esperaba a Becky quien llego molesta ya que sus compañeros empezaron a hacerle burla que iría a una cita por salirse temprano, Emile la oyó con calma y luego fueron a la mueblería a comprar el sillón que Sarah quería aunque fuera de exhibición .

Pero no contaban que Sarah los observaba desde su pastelería que estaba cerca de la zona comercial y empezó a atar cabos sueltos de forma errónea creyendo que al fin iba a formalizar esa relación.

Al fin sere Sarah Elman—sonrió mirando su anillo imaginario

Al llegar la noche Emile y Becky estaban en el departamento que compartía con Sarah, estaban exhaustos porque subieron el sillón sin ayuda y tuvieron que hacer espacio para que entrara.

A Sarah le encantara—Emile estaba emocionado
Lo se—sonrío Becky
Te he visto de mal humor, ¿solo es lo de tu oficina?—alzo la ceja
Me conoces bien, es que Markus es un gran idiota—suspiró—tiene una chica hermosa y el idiota le da miedo enamorarse
Ya lo se—suspiró—pero, ¿podemos hacer algo?

Al poco rato el sonido de los zapatos de Sarah se hicieron presentes por lo que apagaron la luz para sorprenderla, pero cuando estaba a punto de entrar observo a Anya con un pastel

¿Anya?—se emociono al ver a su amiga
Hola, es que me dijo Emile que viniera—le sonrío
Siento que se me va a proponer—se emociono
¿Al fin?—le sonrío—que increíble

Cuando estaban por entrar el celular de Anya sono por lo que contesto mientras Sarah entraba a su casa.

¿Si?—su voz era neutra
¿Llegaras tarde?—el joven preguntaba
No, es que vine a celebrar que una amiga se va a comprometer—comento tranquila—dale de comer al perrito
Claro—sonrío al teléfono—me dices si quieres que te espere en la parada de autobús—colgó

Que raro es—sonrío como boba, pero no pudo entregarse a sus pensamientos porque oyó gritos dentro del departamento

¡Es que no quería el sofa!—gruñía Sarah
Entonces se más especifica y no empieces con niñerías—Emile se veía molesto
¿Niñerías?—se ofendió—¿crees que lo que hago son niñerías?—empezó a llorar
No caeré otra vez, no suplicare tu perdón—tomo su abrigo—siempre es lo mismo
¡Emile!—intento detenerlo pero el joven empezó a caminar rápidamente—¡Emile!

Becky y Anya estaban sorprendidas por presenciar eso, Sarah su mayor sueño de la adolescencia era ser madre y esposa, aunque amara trabajar su vida estuvo destinada a buscar un camino donde su sueño se cumpliera pero parecía que mientras más crecía su negocio menos suerte tenia en el amor.

Porque esta es mi primera vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora