La incomodidad luego de la pequeña pelea que tuvieron solo duró unas horas, lo arreglaron con mimos, palabras de disculpas y unas buenas rondas de sexo.
Ahora, ambos chicos se encontraban en el sofá, acurrucados mientras veían una película de dibujos animados.
— Oh, cariño, Jake me invitó a salir a comer en la noche. Dijo que podía llevarte, así se conocen.
Shim Jake.
Jake era el nuevo amigo de Heeseung. Se conocieron en una fiesta y rápidamente se llevaron de maravillas, ambos tenían gustos en común, como los videojuegos, el ramyeon, fútbol y muchas cosas más. Por eso terminaron siendo cercanos rápidamente.
Y a Sunghoon no le molestaba, estaba feliz de que Heeseung tenga un nuevo amigo y sea una persona tan agradable, cómo Heeseung le contaba.
— ¿Quieres ir conmigo, Hoonie? ¡Estoy seguro de que se van a llevar genial! luego podríamos salir los tres juntos. – comentó con emoción el mayor.
Sunghoon estaba dudando demasiado, en realidad no quería conocer a ese tal Jake, pero sabía que a Heeseung le emocionaba mucho la idea.
Todo sea por él.
— Está bien, hyung, me encantaría conocerlo. – tuve que forzar un poco su sonrisa luego de soltar eso.
— ¡Excelente! ahora le confirmo a Jake. – mandó unos mensajes al australiano rápidamente y luego apagó su teléfono. – Te amo tanto, bebé, gracias.
Y lo besó, de una forma tan delicada y tierna, tomándose el tiempo para disfrutar de los suaves belfos contrarios.
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Llevaban casi tres horas en el departamento de Jake y Sunghoon había podido notar varias cosas.
Uno: Heeseung tenía razón, Jake era muy agradable. Demasiado agradable.
Dos: Jake cocinaba de maravillas.
Tres: Jake y Heeseung eran mucho más cercanos de los que creía, tenían una confianza entre ellos grandísima, pareciera que se conocieran desde hace años.
Demasiada confianza.
Tanta confianza había entre ellos, que al parecer, a Heeseung no le estaba molestando que en estos momentos Jake este casi arriba suyo.
Pero a Sunghoon si le estaba molestando, y mucho.
Desde que terminaron de cenar, Heeseung y Jake se pusieron a jugar con la Playstation en el living, dejándolo de lado. Ambos mayores estaban riendo juntos, sentados en el sillón más grande frente a la televisión, comentando cada cosa sobre el juego.
Y él estaba alejado, en un pequeño y solitario sillón, completamente aburrido. Los dos mayores no le prestaban atención, llegando a hacerle créer que se habían olvidado de qué él seguía ahí.
