Minutos antes de que toda la masacre comenzara incluyendo la muerte del Curandero Retsu, nuestro protagonista se encontraba recostado en el suelo dentro de la misma cueva donde se quedó los últimos días mientras descubría como volver a su hogar. Al mismo tiempo que pensaba muchos planes para regresar este entrenaba para no aburrirse, ignorando durante los primeros días la presencia de una pequeña Saiyajin que lo visitaba constantemente, claro que la ultima vez que dicha joven vino a visitarlo este decidió darle una oportunidad y al hacerlo se dio cuenta de lo amable que era ella, igual que el en su juventud.
Ese día, aunque el no dijera nada, disfrutó pasar tiempo con la Saiyajin conocida como Sharotto, tanto así que por unos momentos se olvidó de todo lo malo que vivió desde aquel día, incluyendo una sensación desconocida que comenzó a surgir el segundo día que llegó a ese Planeta pero que intentó ignorar debido a que su prioridad era volver al M6. Retomando el momento donde el Saiyajin estaba en la cueva, este seguía pensando formas de volver a sus dominios sin la necesidad de pedirle ayuda a Mikoshin pero no se le ocurría nada, su cabeza parecía que echaba humo de tanto pensar, pero esto sería interrumpido porque detectó una presencia anormal que venía desde el cielo, más especifico desde el espacio.
Goku:-levantándose-¿que fue eso?-saliendo de la cueva-.
Al estar fuera de dicho lugar, dirigiría su mirada hacia arriba con la intención de saber a quien le pertenecía ese Ki que era diferente al de los demás en el Planeta, pero sus ojos no le permitieron ver nada fuera de lo normal. De repente escuchó un fuerte estruendo que venía de un lugar muy alejado de donde estaba, este se elevó para estar a una altura considerable y poder ver mejor el entorno.
Goku:¿que ocurre?-concentrándose para intentar detectar algún Ki enemigo, pero-siento que una gran cantidad personas están muriendo y por lo visto todas ocurren en un solo punto, no se extiende más allá de ese-de repente su mente hizo "click"-es en la villa cerca de la Casa De Retsu.
El Saiyajin trató de pensar el por que la dicha Villa era el epicentro de este desastre que puede pasar a mayores, tras unos segundos este recordó a los sujetos que asesinó hace 1 semana entonces supuso que este ataque esta relacionado con ellos. El podría simplemente ir a atacar a los bandidos espaciales, pero se dio cuenta que ya había intervenido lo suficiente en este mundo, una cosa es acabar con 2 tipos cualquiera pero una invasión es algo completamente diferente, este no es su Multiverso ni mucho menos su Universo por lo que esta vez no puede interferir. Con eso ya en su mente, este regresó a su cueva a tratar de ignorar este suceso, pero sin saber la razón, esa sensación regresó, aquella que lo tiene intrigado desde que llegó a Sadala, pero esta vez era más fuerte, era algo indescriptible y hacia todo lo posible para no darle importancia.
Pasaron los minutos y esa maldita sensación no se iba, de hecho parecía que con cada segundo que pasaba esta se sentía peor, lo que coincidía con que cada vez el número de presencias en la Aldea bajaba esta sensación se hacía peor. Y probablemente hubiera empeorado de no ser por que de repente sintió un incremento de Ki sorprendente, pero este Ki ya lo conocía perfectamente, este le pertenecía a Sharotto, aquella jovencita que se tomo el tiempo para visitarlo y tratar de ser su amiga, la misma que siempre sonreía en todo momento y el hecho de que su poder se haya incrementado solo puede significar una sola cosa y de verdad el espera que no sea cierta.
Nuestro protagonista colocó 2 dedos sobre su frente y ejecutó su técnica que le salvó la vida en una que otra ocasión, luego de hacerlo este hizo acto de presencia en el campo de batalla al aparecer vio como la joven estaba en un estado iracundo sobre 2 tipos que parecían lobos y observó como eran masacrados por la niña. El conocía ese estado, era el Super Saiyajin pero algo andaba mal, es como si no estuviera completo, además no era normal que alguien use ese estado actué de esa manera, luego de unos minutos ella fue rodeada por un grupo inmenso de soldados, pero eso no era suficiente para frenarla. Luego de que el Guardián viera como Sharoto comenzaba a caer lentamente mientras su poder disminuía rápidamente, este tuvo el tiempo suficiente para atraparla antes de caer al suelo ya que había quedado inconsciente y llena de heridas internas, luego la dejó en un lugar seguro para que descansara un poco.