𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸

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¡Hola!, como en el anterior capítulo, recomiendo escuchar esta canción mientras lees.

La esperanza llenó a Shuichi y volvió a ser el de antes, feliz y lleno de vida.

—¿Qué ocurre?—preguntó un oficial.

—Es que...—

«Un caso, un caso, un caso, ¡un caso!»

Shuichi no podía evitar sonreír.

—Un gato está en lo alto de un árbol, ¿lo pueden bajar?—

Todos en la estación se quedaron en silencio.

El corazón de Shuichi fue pulverizado, destrozado y aplastado.

El niño de la señora agarró el control remoto y prendió la televisión.

—No señora... eso es trabajo de los bomberos—respondió un oficial.

Varios policías rieron.

—Ah... bueno—La señora volteó, con la intención de irse pero se topó con Saihara.

—¡Oh wow!—

—¿Eh?—

—¿Shuichi Saihara, ¡eres tú!—

—Umm...—

—Es un gusto verlo en persona—decía la mujer, soltando la mano del niño para estrechar la de Shuichi.

—Mi hija mayor es una gran fan suya... tiene posters de usted en toda su habitación—

Shuichi se puso color tomate.

—Ay... ¿enserio?, ha-...ha... n-no se como responder eso....—miró al suelo

—En fin... ¿Puedo tomarme una foto contigo?, mi hija se pondría muy feliz—

—B-bien—

La mujer sacó su teléfono y se tomó la foto.

—Un favor más.. su autógrafo—

—Con gusto—

Autografió una hoja de papel.

—¿Un video de feliz cumpleaños...? se lo agradecería—

—Eh- ah-..—

—Disculpe, está incomodando al detective... le pido amablemente que se retire—dijo una oficial que había notado aquella escena.

—Bien... bien, me retiro—respondió un poco molesta.

—Gracias—susurró Shuichi.

La oficial le sonrió, después se dirigió a apagar la televisión, Saihara no se había dado cuenta que ese aparato estaba encendido así que miro un poco, eran las noticias... un robo... «¡Qué sorpresa!»

«Huh... parece una escena bastante movida... hay mucho humo...»

Pero la serenidad de Shuichi es destruida al leer el titular.

«Titular... Banco Central siendo robado por... LADRÓN FANTASMA»

Se estremeció hasta la médula... el caso... su caso... al fin había llegado.

𝘈𝘵𝘳á𝘱𝘢𝘮𝘦 𝘴𝘪 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora