Nico Sultán

Capitulo 5

Percy

A la mañana siguiente nos despertó la fuerte voz de Annabeth, nos levantamos enseguida y nos vestimos, por mi parte elegí el traje azul era el que más me gustaba, consistía en unos pantalones flojos azules, un camisón blanco y por encima lo que parecía ser una especie de toga abierta azul con rayas blancas, nos hicieron sentar en mesas redondas algo bajas que tenían como silla cómodos cojines, varios chicos entraron por las puertas con bandejas de comida, leche fresca, miel, fruta y hogazas de pan, repartieron la comida en las mesas y ellos también se sentaron.

-Tu eres nuevo, es un placer conocerte, me llamo Grover- me dijo un chico sonriendo era castaño rizado y moreno, al igual que yo vestía un traje azul, le regrese la sonrisa.

-Un placer soy Perseo, dime Percy- el se rio un poco y me tendió un vaso de leche.

-Deberías comer, hoy conocerán al Padre Sultán eso es importante- dijo con un pequeño encogimiento de hombros, le agradecí y regresé a ver el ruido de la puerta del fondo, era Leo vestía un traje parecido al nuestro pero sus pantalones eran de un café claro y la semi toga rojo oscuro sin rayas, se sentó en otra mesa lado de un chico rubio que leía animosamente-

- ¿Quién es el? - le pregunte a Grover.

-oh, Leo, es uno de los favoritos del Sultán junto con Jason, es inventor le encanta experimentar con cosas extrañas, pero es bastante agradable- dijo mirándolo de reojo – fue una sorpresa cuando fue elegido favorito, el sultán generalmente prefiere chicos rubios como Jason y el Sultán Will.

-Buenos días, Grover- dijo llegando un chico castaño con una sonrisa divertida – Y buenos días a ti- dijo mientras alargaba la "i" mirándome-

-Percy un gusto- me apresure a contestar.

- Percy genial, debes ser de los nuevos me llamo Travis – respondió mientas se sentaba y tomaba una de las hogazas de pan.

Conversé con ellos durante un tiempo y aprendí varias cosas, primero el esposo del Sultán se llama William y tiene dos favoritos Leo y Jason que en un par de días será sultán; el sultán William y el Sultán Nico tienen un hijo el príncipe Ahmed, el sultán Nico también tiene una hermana la sultana Hazel que se caso con Frank Pasha la mano derecha del sultán; el Harem está a cargo del Padre sultán y existen varias figuras de autoridad aparte, Daye que es la sub encargada ella nos vigila y se encarga de cualquier situación, luego esta Sumbul Aga, el es el enunco jefe y trabaja alado de Daye y luego esta Annabeth que es como la suplente de ellos, se dedica mas a enseñar que otra cosa. La mayoría delos chicos jamás han tenido interacción con el sultán Nico por lo que solo son señoritos al igual que yo, luego están los "hatun" como Malcolm, Michael y Lee quienes tuvieron intimidad con el Sultán pero no se convirtieron en favoritos, y por ultimo los favoritos Leo y Jason, ellos tienen contacto regular con el sultán y conviven libremente con los demás sultanes, ellos incluso tienen un propio patio arriba de nosotros, actualmente solo Leo vive ahí, Jason se esta mudando a sus propios aposentos gracias a su reciente compromiso.

No paso mucho tiempo cuando entro una mujer algo grande y seria-

-Ella es Daye- me susurro Grover mientras me hacía levantarme y dar una ligera reverencia hacia ella.

- Muy bien, bienvenidos a los nuevos, yo soy Daye la encargada del harem en ausencia del Padre Sultán, y sobra decir que espero un buen comportamiento por parte de todos, edúquense y obedezcan, porque si desobedecen alguna de las reglas de este palacio no duden en que se los castigara severamente – dijo con una voz profunda y casi enojada – todos los nuevos vengan conmigo, los demás a sus clases- termino dándose la vuelta, y Grover se apresuró a empujarme a seguirla.

Para cuando reaccione estábamos caminando por un largo pasillo a quien sabe dónde, hasta que Daye se detuvo y saludo al que parece ser Sumbul Aga, quien abrió unas grandes puertas a unos aposentos hermosos, alfombras grandes sillones, librerías, incluso unas duchas individuales y demás, dentro esperaba un hombre algo mayor alto de pelo y barba negra, vestía unas lujosas túnicas negras y nos volteo a ver con severidad; Daye se inclinó rápidamente y la seguimos.

-Mi Sultán le presento a los recién llegados- El que ahora se es el Padre Sultán nos miro fijamente y nos analizó a cada uno.

- ¿Los ha revisado la doctora? – pregunto hacia Daye a lo que ella negó con la cabeza – pues que lo hagan de inmediato, Sumbul- llamo y enseguida él se adelantó haciendo una reverencia disiento "mi sultán" – llama a la doctora enseguida quiero una evaluación de inmediato-

La doctora llego momentos después era una señora mayor algo baja y regordeta y con ella traía varios instrumentos médicos, nos hizo hacer una fila y pasar uno por uno al fondo de las duchas, me quede al final de la fila observando, el Padre Sultán se sentó en una mesa a revisar unos pergaminos y Sumbul Aga le estaba comentando ciertas cosas debes en cuando, cuando Clovis salió de la revisión se veía algo nervioso y la doctora parecía consternada pero no dijo nada y llamo al siguiente, no los conocía a todos pero salían con la misma expresión de Clovis y después de un momento la doctora me hizo pasar.

-Buen día cariño, por favor quítate la túnica- me puse nervioso en seguida, eso no me traía buenos recuerdos, pero aun traté de hacerlo lo más rápido posible con mis dedos temblorosos.

La doctora me vio extraño, parecía disgustada pero preocupada al mismo tiempo, me hizo sentar en uno de los asientos de piedra y empezó a revisar mi boca, pelo, uñas, ojos y tocaba por todas partes.

-Ya casi terminamos por favor recuéstate y abre las piernas – trate de hacerlo lo mas relajado posible pero aun así mis ojos se llenaron de lagrimas por un momento, la sentía tocando muy íntimamente, no era brusca y no parecía tocar más de lo necesario, pero aún me generaba nauseas – muy bien es todo- me paree de inmediato y me vestí, saliendo lo más rápido que pude.

La doctora salió enseguida inclinándose ante el sultán – he terminado mi sultán – espero un asentimiento del mismo para continuar hablando – los chicos parecen tener los mismos síntomas algunos mas fuertes que otros, estos son una desnutrición severa, varias cicatrices infringidas con obvio propósito de lastimar, varios moretones en muñecas y tobillos y una clara evidencia de abuso sexual – ella termino, me quede helado, quería olvidarme de eso cuando llegue aquí, pero parece que no van a permitirlo.

El sultán alzo la mirada, consternado con lo último, pero se recuperó de inmediato – bien, espero que los trates enseguida, ¿Podrán empezar con sus clases? -

-por supuesto mi sultán, pero recomendaría tener extremo cuidado con cargas cosas pesadas e inclinaciones por el momento- ella dijo inclinándose ante el sultán.

El nos dio una ultima mirada y nos despidió.