Ya había pasado un buen rato, su cena fué severamente arruinada por culpa de la mierda de sociedad.
Los odiaba, quería hacerles la vida imposible.
Tras haber llamado a la policía, fueron exitosamente arrestado por el poder de la justicia, ya era momento de hacer cosas buenas por el bien de todos.
La mujer quedó con trauma, solo se aferraba a quien lo salvó.
Ella le pidió de rodillas el favor de quedarse en su casa, quería agradecerle como es debido.
Sintiendo el peso de responsabilidad, aceptó a duras penas ahogado en un suspiro.
Es decir, casi era violada, el como su salvador se sentía responsable de ello.
Tras una hora de caminata lenta, llegaron a salvo a casa, abriendo la puerta, ambos se adentraron a la sala principal.
La chica se sentó en unos de los suaves sillones del salón, se sentía protegida por el, era increíble, sin duda, una persona fenomenal.
El azabache se quedó de pie viéndola detenidamente.
—¿Gustas de té o café? [David]
Su tono de voz parecía aquello que se consideraba bastante menos emotivo, fué notado por la chica.
—*nerviosa* lo que sea está bien para mí... [???]
Ella miró hacia abajo con timidez, la penetrante mirada del oji-amatista era bastante tétrica, aún así, era buena persona.
—Oidos cocina [David]
Dicho y echo, se fué a la cocina para preparar algún brebaje para conversar, no le desagradaba el echo de tener una chica en casa, después de todo, estaba en una situación delicada.
La desaparición del estudiante habitó en la habitación, ella miraba bastante asombrada las cosas de la casa, marcos flotantes, una mesa que flotaba por su sola.
¿Que es esto?, ¿el futuro?.
Ella dejó de lado su asombro.
Literalmente casi es violada, pero...
Esa sensación de estar protegida se gobernó en ella, era una sensación cálida, no pudo evitar relajarse en el sillón.
Había poco tiempo desde que él estudiante se fué, había regresado con una bandeja que volaba por si sola la cual se posicionó en la mesa.
Ella creía que estaba soñando, cerró sus ojos con el objetivo de frotarlos, nuevamente, abrió sus ojos, solo para encontrarse que lo que veía era verdad.
—Lamento las cosas que ves, las hice yo, a decir verdad, me gustan las cosas del futuro, el ser humano no siempre debe quedarse atascado, ¿verdad? [David]
Lo dijo en tono humorístico, cosa que hizo sonreír levemente a la chica.
—Me presento, me llamo Sasha Yakovleva, tengo 17 años, voy segundo año en la preparatoria Umbrella
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Lluvias en ciudad neón
FanfictionUn hombre quién ah experimentado la traición en carne propia, luchaba con sus sentimientos tras haberse mudado, su familia lo utilizó y lo desechó, sus amigos lo odiaron, sus antiguas novias lo engañaron. Para el, quiere darse un cambio de aire y vi...