Lluvias en ciudad neón

VI

Algunos habían pasado desde que David preparó las tazas de cafés, no era de esperar que nuevamente su segunda invitada se relajara tanto la musculatura en un sofá común y corriente de casa ajena.

Se sentó en el otro lado en un pequeño sofá que estaba en la lateral de la mesa directiva.

—Entonces... ¿trabajas hasta la mañana en ese supermercado? [David]

Cuestionó mientras bebía un sorbo de su taza, por más que trataba, le era difícil iniciar una conversación bastante normal.

—Si, soy huérfana, así que tuve que trabajar desde temprana edad [Nobara]

—Ya veo, lamento lo de tus padres [David]

No tenía repleta confianza con la palabra "padres", oscuros y amargos recuerdos solo le llegaban tras sus experiencias juveniles.

Ella niega levemente con su cabeza.

—No, no te preocupes, yo no lo lamento [Nobara]

Ante ello quedó confundido, era extraño que una persona común y corriente estuviera diciendo eso a sus padres, a no ser...

—¿Porqué lo dices?, bueno, si quieres hablarlo, adelante, yo te escucharé [David]

Ofreció una cálida sonrisa, el rostro de la castaña había quedado en un fuerte rubor, tratando de esconderlo bebiendo un poco de café de su taza.

Dejó la taza en su plato, respiró con ambos pulmones e hizo una pregunta bastante interesante.

—Oye, si yo te dijera que soy mala, ¿te seguirías relacionando conmigo? [Nobara]

La mirada seria de la chica lo explicaba todo, como el sabe con la palma de su mano, nadie en este mundo es santo.

—Claro, ¿porqué? [David]

—Y si te dijera... que maté a mis padres [Nobara]

Tal revelación le heló la sangre, con una cara sorprendido bastó para que ella temblara levemente sus manos.

—¿Porqué lo hiciste? [David]

Ella suspiró de miedo, ambos tenían una conexión genuina, aunque no se conozcan de nada, se sentían como si sus corazones se conocieran por décadas.

—Ellos... trataron de vender mi cuerpo cuando era pequeña [Nobara]

Entendía todo, no la juzgaban, es más, el haría lo mismo si sus padres lo hubieran vendido a un pervertido psicópata, sus manos varoniles empezarom a temblar levemente.

—Pasó cuando tenía 7 años, en ese tiempo sabía más o menos como funcionaba la sexualidad, era bastante estudiosa, me adelantaba incluso hasta niveles superiores, las violaciones, etcétera [Nobara]

Su mirada parecía agonizante, ella relataba ocultado su rostro a través de su cabello castaño.

—Mis padres eran alcohólicos, drogadictos, sufrí a causa de haber nacido en una familia de mierda, quería esforzarme para que se sintieran orgullosos, aún así... [Nobara]

Ahora estaba más claro que el agua, el oji-amatista se levantó de su asiento, se sentó a su lado solo para abrazarla, ella era como el, tenían aspectos similares a como vivieron.

—Una noche escuché por accidente una llamada que tenía mi madre con un viejo, esa estúpida mencionó que yo era una prostituta a pesar de tener 7 años, hacía encuentros con hombres, ya me había hartado del trato que me daban, me esforzaba aquí, me esforzaba allá, solo para pagar sus vicios de mierda, así que los maté, me cuidaron mis abuelos hasta hace 4 años [Nobara]