Genshin Impact: Brigada Celestial.

Capitulo 5

Nota: Se me fue un poco de la mano con este capitulo, son 9000 palabras lo que termine escribiendo, este será el capitulo mas largo que escriba. Sin nada mas que decir, disfruten el capitulo.

Capítulo 5: Princesa Soñadora

Bennett

El silencio se apoderó del ambiente, un susurro apenas perceptible que anunciaba la llegada de un desenlace inesperado. Ni siquiera el viento osó perturbar la quietud reinante. Entre las múltiples vicisitudes que la vida me había deparado, nunca imaginé que este sería mi destino.

-Es extraño, ¿verdad? Debería sentir tristeza, pero ni siquiera puedo expresar ese sentimiento. Soy una pérdida total, ¿no lo crees, Fischl?

Al alzar la mirada, descubrí que la misma chica que alguna vez compartió risas y complicidad conmigo me apuntaba con su arco, cargado con una flecha electrizante. Sus manos temblaban, y sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y decepción.

-Confié en ti. Te di mi cariño, mi vida, y al final, así es como me lo pagas. ¡Matando a Oz! -sus palabras resonaban con furia, y las lágrimas se deslizaban por su rostro.

Detrás de ella, un cuervo yacía en un charco de sangre, su último aliento extinguido hacía tiempo.

-Eres incorregible. Ya no eres el joven alegre que conocí hace tres años. Ahora solo veo una triste cáscara que pronto será destruida -dijo, cargando sus palabras con amenaza.

-Entonces, dispara -una lágrima surcó mi mejilla-. Te digo la verdad, estoy cansado de todo. Si me odias, ¿para qué seguir aquí? -la miré directamente a los ojos-. ¡Dispara de una buena vez!

-Hasta nunca, demonio blanco.

Fischl disparó, sellando así mi destino en este mundo.

¡Boom!

O al menos eso creí. Mis ojos finalmente se abrieron.

-Q-qué jaqueca -Me agarré la cabeza-. ¿En qué momento me quedé dormido?

Esto es extraño. ¿Cómo me pudo pasar esto? Siento que he bebido una gran cantidad de vino.

Cuando levanté la mirada, lo primero que vi fue a mi compañera de mesa. Era Fischl, la misma chica de mi sueño, que tenía la cara aplastada contra el mantel y a su lado, un cuervo negro que me miraba con mucha preocupación.

-¿Oz? -pregunté, reconociendo al ave parlante.

-Con que, por fin despiertas, joven Bennett -Dijo el cuervo con seriedad- Has estado inconsciente por más de una hora.

-¿Qué fue lo que pasó? -pregunté, confundido.

-Pues, mi señora y tú tomaron ese cóctel que está en la mesa -dijo Oz, señalando con su ala una copa que estaba caída de lado. El líquido era de un color rojo intenso y desprendía un olor fuerte a licor.

-Esta es la nueva bebida de Diona -me alarmé. Recordé que la camarera de ojos felinos nos había ofrecido una muestra gratis de su última creación. Parecía normal la bebida, pero debía tener algún ingrediente secreto que la hacía muy potente.

-Una sola copa de esta bebida nos noqueó a Fischl y a mí. ¿Qué clase de arma mortal es esta? -Exclamé, indignado.

-Vosotros y mi señora sí que son un caso perdido cuando no tenéis juicio -dijo Oz, con tono de reproche. Si el cuervo tuviera manos, definitivamente se palmearía la frente- No sabéis controlaros con el alcohol.

-¿Qué fue lo que ella y yo hicimos? -pregunté, sudando frío. Temía que hubiéramos hecho alguna locura bajo los efectos de la bebida.

-Luego te explico, por ahora puedes ir a buscar al joven Razor y a la joven Mona -dijo Oz, cambiando de tema.