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Kara POV

Nada más doblar la esquina tras bajar del autobús, está claro que algo va mal. La aprensión me toca el corazón, me aprieta el pecho y la sensación empieza a subirme por la garganta hasta que apenas puedo respirar.
¿Qué lo provoca? La visión del coche de mi madre, que no tiene nada que hacer aquí a estas horas. No suele llegar a casa hasta por lo menos las seis, a veces las siete, dependiendo de si su jefe ha decidido hacerla trabajar hasta tarde. Puede que esté enferma, pero debe de ser muy grave para que vuelva antes. La mujer ha trabajado con fiebre, y todo porque no le gusta utilizar su baja por enfermedad.

Ahí estaba yo, pensando que tenía problemas antes de esto. Viviendo en una neblina los últimos dos días, incapaz de concentrarme en nada. Anoche quemé la cena, demasiado ocupada soñando despierta como para pensar en comprobar la carne que estaba dorando. Sólo cuando sonó el detector de humo
me di cuenta de lo que estaba haciendo.
Me estaba diciendo a mí misma en el autobús que bien podría haberme quedado en casa los dos últimos días. No recuerdo ni una palabra de las clases. Mi cuerpo estaba allí, pero mi cerebro estaba a kilómetros de distancia. La sensación de insatisfacción es lo peor. Dondequiera que esté, no es lo suficientemente bueno, porque no estoy con ella.

Lena Luthor. En lugar de estudiar anoche, me pasé el tiempo buscando su nombre en Google y haciendo clic en todos los enlaces que encontré. Buscando hasta la última información en un intento desesperado por conocerla.
No tengo ni idea de lo que me está pasando. Sólo sé que tengo que poner en orden mis cosas o terminaré fracasando en la universidad. ¿Y por qué? ¿Una mujer lo bastante mayor como para ser mi madre que sólo intentaba ser agradable conmigo?
Seguro que se ha olvidado de que existo, a pesar de toda su amabilidad. ¿Una mujer como ella, con todo en lo que tiene que pensar y preocuparse? Es imposible que recuerde mi nombre.

Por desgracia para mi, todavía tengo que ver a su hijo, que sólo sirve como un recordatorio de ella. Dean no me mira a los ojos, pero rara vez lo hacía. Mi enamoramiento por él bien podría haber formado parte de otra vida, porque apenas lo recuerdo.

Todo eso -Lena y Mike y todo lo demás- se desvanece en la sombra de la aprensión que amenaza con ahogarme mientras me apresuro a subir por el camino de entrada y
atravieso la puerta.

Mi corazón se hunde y encuentro a mamá en el sofá, con la cabeza entre las manos y los pañuelos de papel esparcidos a su alrededor. Le tiemblan los hombros y respira entrecortadamente.

-¿Mamá? -susurro, con miedo a moverme.

Levanta la cabeza y sus ojos enrojecidos demuestran cuánto ha llorado.

-Cariño, lo siento mucho. No tenía ni idea de lo que Iba a pasar.

-¿Qué iba a pasar? -Aunque me temo que sé la respuesta.

-Perdí mi trabajo de la nada. Sin aviso, sin indemnización. Están reduciendo la plantilla -resume con el sarcasmo derramándose en su voz.

Tal vez sea porque me he pasado la vida queriendo,

careciendo, pero inmediatamente, mis pensamientos se aceleran, reproduciéndolo todo en mi cabeza. Mis becas y subvenciones sólo cubren, como mucho, tres cuartas partes de mis gastos escolares, pero ése ni siquiera es el mayor problema. ¿Cómo vamos a pagar la hipoteca, los servicios? ¿Cómo pagaremos la comida? Podría conseguir un trabajo, pero no sería suficiente.

Se me cae la mochila de la mano temblorosa y la dejo en el suelo para acercarme a ella y rodear sus hombros temblorosos con mis brazos.

-Ya se nos ocurrirá algo. No te preocupes.

-¿Que no me preocupe? ¿Cuándo te he fallado? Siempre prometí...

-Esto es sólo un contratiempo. Estoy segura de que tu jefe te dará una recomendación... ¿seis años sin decir que estás enferma ni un solo día? Eso tiene que contar para algo, por no hablar de las horas extra que has hecho.

Falling (Adaptación Supercorp) Lena gip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora