CORAZONES MALDITOS|| Mattheo Riddle.

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Capitulo 10

Beber del piso

No lo había visto durante toda la semana.

Se había desvanecido. Fue como si desapareciera del mundo.

Tampoco había asistido a mi castigo. La última vez que fui Snape dijo que justo esa semana no íbamos a tener que estar castigados. Me pareció raro e intenté preguntarle sobre Mattheo, pero como siempre no me dio respuestas sino más dudas.

Ese chico era como una caja de sorpresas. Nunca sabes con lo que te puedes encontrar en ellas.

***

Me miraba al espejo fijamente.

Me alejé un poco para verme de cuerpo completo. Mi piel blanca hacía que el vestido celeste que llevaba puesto resalte mucho más. Tenía el cabello suelto, con unas ligeras ondas en él. Intente acomodarlo un poco con mis manos, pero me rendí y lo deje tal y como estaba.

Podía ver en el reflejo a Ginny moverse de aquí para allá con nervios. Seguía sin encontrar algo que ponerse y aunque yo no estaba nerviosa, su caminata por todo el cuarto tratando de buscar algo, hizo que mis nervios crecieran.

Mientras ella buscaba locamente en una montaña de ropa. Hermione estaba sentada, en su cama, con un libro en las manos.

—¿Segura que no quieres ir?—Le pregunte, mirándola por el mismo reflejo.

Ella no alzó la mirada para verme, solo negó con cabeza. Estaba totalmente concentrada en su lectura. Me acerqué a ella y me senté a su lado para tratar de convencerla.

—Puedo golpear a cualquiera que te diga algo.—Propuse.

Una sonrisa se formó en su rostro junto con una sacudida de cabeza.

—No es por eso Lu.—Dijo y levanto la mirada.—Sabes que no me gustan las fiestas y menos si son de Slytherin.

—A mí tampoco me gustan.

—¿Y entonces por qué vas? 

No sabía que responder a esa pregunta. Porque la verdad es que no tenía una respuesta. Había aceptado la invitación, solo porque quería ir para molestar a Pansy. Pero ahora que estaba lista y solo quedaban unos minutos para irnos, no estaba tan segura de si ir. 

Seguía teniendo esa sensación rara en el cuerpo. También cargaba el cansancio de noches atrás. Había podido dormir muy poco durante toda la semana. Y es por eso que cargaba mi mal humor a todas partes.

Quizás no estaba en mis mejores condiciones para salir. Pero ya era tarde, no podía arrepentirme.

—No se, tal vez haya comida.—Respondí divertida.

—¿Quién eres? ¿Ronald Weasley?—Pregunto ella bromeando.

En eso que se me salía una pequeña risa, pude ver como una tela salía volando del armario y se estampaba contra mi cara. Me la saque y vi que era una blusa rosa. Pero apenas logre ver otro pedazo de tela, se dirigió hacia mí.

—¡Lo siento Lu!—Se disculpa Ginny quitándome la blusa que tenía en la cabeza.—¿Podrías ayudarme con el cierre de mi vestido? 

—Si eso hace que dejes de tirarme blusas, claro.—Dije, y me levante para ayudarle con el cierre.

Ginny llevaba un vestido negro muy hermoso. Le quedaba muy bien. Podía ver por arriba de su hombro mientras cerraba su cierre como se arreglaba y se miraba al espejo con entusiasmo. A diferencia de mí y Hermione, ella si quería ir a la fiesta, no había dejado de hablar de ella durante toda la semana.