Kaigaku era un joven de 15 años quien vendía carbon y durazno un día quiso ir a verder para que sus hermanos tengan un regalito de navidad pero.... al día siguiente se había encontrado con su familia toda masacrada el único que había sobrevivido era...
El jabalí muestra sus colmillos •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El desconocido se había lanzado hacia el demonio
—que irritante, que irritante.—tocando uno de sus tambores
Cuando el demonio tocó uno de sus tambores la habitación volvió a dar una vuelta, los tres cazadores lograron terminar de pie pero la pequeña Teruko termino cayendo de espaldas
Tan—¡Teruko! ¡Sosten te de un mueble!
El jabalí uso a Kaigaku para poder dar un salto hacia el demonio y atacarlo
Kai—¡El demonio tiene poderes! ¡Deja de dar saltos imprudentes!
—que irritante, todas estas malditas cucarachas corriendo en mi casa.
El demonio volvió a tocar el tambor provocando que sucediera lo mismo, los dos otros cazadores no lograron caer de pie igual a la niña, pero en cambio el desconocido si pudo, apoyando su pie en la espalda de la niña
Ino—jajaja, la habitación dió un giro, a esto lo llamo un momento divertido.
Kaigaku al ver esto se dirigió hacia el chico, agarrando su pie y lanzando lo lejos de la niña para luego entregársela a Tanjiro
Ino—¿Tu quien eres chico?
Kai—¡Quita tu sucios pies de ella!—lanzando lo—pisar a una niña pequeña de esa forma ¿¡En qué estabas pensando!?
Ino—¡Jaja! Tienes coraje, me gusta que un humano me lanze por los aires ¡Eso es nuevo para mí!
El jabalí dió impulso y fue contra el intentando atacarlo con sus katanas, pero fallo porque el cazador se alejo
Kai—¿Por qué viene detras de mi? ¿No es un cazador de demonios?
Ino—estas espadas hacen mucho daño, no son del tipo que usaría algo delicado como tú, la forma en la que destroza la carne es lo más que me enorgullece.
Kai—no digas tonterías, hay un demonio en este lugar.
Ino—¿¡Crees que me importa!?
—malditas cucarachas ¡Mueran!
El jabalí se iba a lanzar contra el, pero el demonio tocó un tambor intentando atacarlos, pero solo provocó unos rasguños en el piso, por suerte los tres cazadores lograron esquivarlo
Kai—de repente el piso se destrozó, fue la velocidad de el ritmo del tambor en forma de las garras de una bestia.
El demonio volvió atacar con uno de sus tambores hacia el jabalí pero este logro esquivarlo para luego volver a dar vuelta la habitación
Kai—giro a la derecha, giro a la izquierda.
—cucarachas, malditas cucarachas.
El demonio procedió hacer lo mismo pero está vez el chico jabalí había caído a fuera de la habitación mientras que Kaigaku y Tanjiro lograron mantenerse de pie
