Kaigaku era un joven de 15 años quien vendía carbon y durazno un día quiso ir a verder para que sus hermanos tengan un regalito de navidad pero.... al día siguiente se había encontrado con su familia toda masacrada el único que había sobrevivido era...
Algo más importante que la vida •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nezuko, Kanao y Shoichi se encontraban corriendo por los pasillos en busca de una salida o poder encontrar en el camino a Tanjiro y Kaigaku
Nezu—Kaigaku, Tanjiro, ¿En dónde están?—espero y estén bien.
—oigan, soy yo o estamos corriendo en círculos.
Nezu—ya se me hacía, gracias por decirnos.
Los chicos se encontraron con una puerta, Kanao se acercó hacia la puerta, la abrió un poco para ver si había alguien adentro
Kana—no hay nadie, vamos por aquí.
Las dos chicas tomaron la mano de el niño para luego adentrarse a la habitación
Nezu—¿Dónde están chicos?
Se había escuchado un tambor, haciendo que la habitación de un giro, dejando flotar por unos segundos para luego caer mientras que las puertas se abrían cada vez que estaban cerca
.
Kai—lo voy a lograr se que lo haré, siempre termino lo que pienso, con los huesos rotos peleare, lo voy a lograr, voy a seguir.
Para los dos cazadores cada vez se les ponía difícil tratar de esquivar los ataques de el demonio, especialmente a Kaigaku que tenía heridas de sus anteriores misiones y algunos huesos rotos
Kai—muestrale que unos huesos rotos no te dé tendrán, ¡Ahora verás!
El demonio tocó los tambores, haciendo que Kaigaku no sepa para donde va ir el golpe así golpeándose con las paredes, por suerte fue rápido y se agarro de una lámpara para no caer
Kai—maldicion, no voy a poder ganar así, necesito más que determinación, relájate, usa la cabeza, piensa lo mejor.
Mientras el estaba sujetado de una lámpara, ya que el techo está de lado, el ataque de las garras del demonio fue hacia el, pero se tuvo que soltar para no ser lastimado por el ataque, al soltarse se agarro de un borde en dónde se encontraba las puertas
Kai—estuvo cerca, apenas me pude escapar.
—maldito, porquería irritante, debo consumir un poco sangre antes de que sea muy tarde.
Kaigaku salto de vuelta a la habitación, pero el demonio volvió a tocar el tambor, dejando a la habitación como estaba antes osea normal haciendo que Kaigaku termine cayendo al piso
