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"Lo odio, ¡Lo odio! ¿Por qué si yo sabía? maldita sea, yo sabía, yo sabía"

Se repetía la presidente mientras caminaba de un lado a otro con su mano en el puente de su nariz, respiraba profundo, sus pisadas se azotaban fuertemente en presidencia maldiciendo una y mil veces a Armando Mendoza

En estos momentos se catalogaba como una ingenua, porque muy en el fondo guardaba la esperanza de volver con el, aún que sus palabras y acciones dijeran lo contrario, porque si bien ella defendía a capa y espada la idea de que no volvería con el, por dentro había una muy pequeña esperanza de volver.

|Momentos antes|

Beatriz salía de la sala de juntas para ir personalmente a la oficina de don Armando y entregarle una copia del contrato que se acababa de firmar con Alejandra Zing, para su mala suerte la puerta estaba entreabierta, y se alcanzaba a escuchar algunas palabras que provenían de una voz femenina

Ngh~ "A.. Armando" mghss~

Inmediatamente Beatriz contuvo las lágrimas, respiro profundo y abrió la puerta para entregar los papeles, intentando mantener su aura de mujer alfa.

Encontrándose con Armando sentado sobre una de las sillas con el cabello alborotado y Alejandra sentada sobre su regazo sin las prendas de arriba, sus senos pegados al pecho de este y la corbata del pelinegro abrazando el cuello de la venezolana

Rápidamente intentaron arreglarse pero fue en vano, ella ya los había visto... Más de lo que debería

"Buenas tardes doctor, aquí esta la copia de el contrato, y está es para usted, Alejandra, compermiso"

"¡No Betty, no espera!" Intento gritar Armando levantándose rápidamente dejando caer a la venezolana

Azotando su cuerpo en el frio suelo, mientras intentaban cubrir sus cuerpos con sus manos

-¡Auch! Ahh-

Fue en vano, Beatriz ya había salido. Mantuvo su firmeza hasta llegar a presidencia

|Ahora|

El cuartel entro a la oficina de Betty, se acomodaron en el sofá y en las sillas, lista para lanzar sus preguntas

"Betty, mijita ¿Que fue eso?" Pregunto Auramaria mostrando interés en la situación

"¿Que cosa?" Pregunto Beatriz sin separar la vista de sus papeles

"Betty no se haga, nosotras vimos su cara de espanto cuando salió de la oficina de don Mario"

"No fue nada Auramaria, nada" dijo un poco cansada de la situación

"Uy no, Betty vio algo y no nos quiere decir, en ese caso nosotras tendremos que hacer especulaciones" Hablo Bertha mientras comia una manzana

"Muchachas enserio no pasa nada y agradezco que se preocupen por mi pero creo que es momento de poner un límite entre nuestra amistad y mi vida privada"

"Vieron muchachas, yo les dije que no era prudente entrometernos tanto" aumento Inesita

"Ay Betty ¿Como así? eso significa que ya no seremos sus amigas?" pregunto Sofía mientras cruzaba las manos

"No es así Sofía, yo solo quiero un poco de privacidad y que mi intimidad no ande en boca de todos dando vuelta por todo ecomoda, les puedo asegurar que no se donde empieza mi vida laboral y dónde comienza mi vida privada"

𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐, 𝑫𝒆 𝒓𝒐𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒕𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora