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La semana de recuperación paso muy rápido. Daniel se encargó de que a Beatriz no le faltara nada en su casa, a pesar de que don Hermes no lo dejara pasar mas que a la sala. Fueron días los cuales no pudo ver a Beatriz, su única forma de comunicación era por llamadas ya que ella estaba en reposo asi que ni de chiste Hermes la dejaba bajar

Esto fue lo que ocurrió durante la última llamada (hace cinco minutos)

"Ya extrañaba tú voz" Dijo Daniel  "Espero te sigas mejorando, cualquier cosa que necesites solo dímelo"

"Mhm, yo también extrañe escucharlo, aún no puedo creer que haya hecho todo eso con tal de conseguir mi tipo de sangre"

"Querida, yo haría todo por ti, todo lo que tú me pidas, lo que necesites aquí estoy yo para complacerte"

"¿Me haría un favor?"

"Los que tú quieras"

"Hace dos semanas encargué unas cosas para mí nueva casa, justo llegan hoy ¿Podría ir y ver qué todo esté en orden?"

"Claro que si querida"

"Gracias ¿Podría venir a mi casa ahora? Le daré las llaves a mi mamá para que se las dé a usted"

"Mejor damelas por tu ventana, estoy abajo"

Beatriz río un poco para luego asomarse por la ventana que estaba justo junto a su cama

Donde estaba Daniel recargado en su carro, y como siempre los escoltas al frente de su casa

El le saludo con la mano para luego recibir las llaves que Beatriz había arrojado

"Me encantas" Dijo Daniel al teléfono

"No lo escuché ¿Como dijo?"

"Que te tapes, no quiero que te enfermes, hace frío"

"De acuerdo, pronto estaré mejor y podré irme por fin a mi casa"

"Creí que no me dejarías conocerla, pero no solo seré tu primera visita si no que ayudaré a bajar las cosas"

"Así de rara es la vida querido"

"¿Q-? ¿Como? ¿Me llamaste quer-?"

Beatriz colgó para luego sonreírle desde su ventana.

Daniel acomodo su saco y luego le hizo una seña a su escolta estrella para que se acercara

"A la orden señor"

"¿Donde tienen a los hombres que nos atacaron?"

"Los dos hombres están en la bodega, como usted ordeno son agua y sin comida"

"Perfecto, denles de comer hoy tienen que estar vivos para cuando Beatriz esté mejor"

"Si señor"

"Ah, también quiero que estén listas unas tres camionetas de cargas discretas, un arquitecto y varios de esos hombres que construyen cosas"

"¿Albañiles?"

"Ah si, eso... Lo quiero todo listo en cuarenta minutos, asegúrate de que sea el mejor y más ágil arquitecto, yo te llamo para decirte dónde nos vemos"

"Entendido"

"Una última cosa, las tres camionetas las mandas a esta dirección" le entrego un pequeño papel "Ahí voy a estar yo para encargarme de unas cosas"

Pasaron dos días, la casa de Beatriz estaba en orden, salvo por la pequeña modificación que Daniel había hecho.
Ahora más que estar emocionado le preocupaba que a Beatriz no le fuera a gustar.

𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐, 𝑫𝒆 𝒓𝒐𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒕𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora