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El cuartel entro y enseguida buscaron mesa para sentarse, caminaron entre el humo que salía de las máquinas y la multitud de gente que bailaba, las luces de colores iluminaban sus rostros, resaltando la belleza de Beatriz, de está forma un hombre de aspecto mayor puso el ojo en ella. Se sentaron en una amplia mesa y pidieron dos botellas de tequila y unos pasabocas.

|Dos días antes|

Daniel valencia.
En una de esas tantas crisis.
Se levantó de su sillón y camino hasta su cuarto, mientras se cambiaba de ropa fue adentrándose en sus reprimidos sentimientos. Por su mente pasaron todos los acercamientos con la mujer que lo tenía mal desde hace tiempo

"Se está metiendo en el terreno de lo personal" "Estoy segura que le van a encantar" "Doctor, me esta ofendiendo" "Lo he visto en las revistas económicas" "Es la misma seguridad que usted siente al estar parado en una empresa de 50 millones de dólares"

"Todas sus palabras cruzaron velozmente por mi mente, un escalofrío recorrió mi cuerpo, me sentí abrumado, pero me sentí peor cuando comenze a marearme, recuerdo vagamente como fue que caí al piso de mi recamara, aún no había terminado de vestirme, únicamente estaba con la playera superior y en boxers, me desvanecí como nunca antes me había pasado, ni siquiera cuando iba al colegio sin desayunar porque margarita no me ponía mi lonch, ella prefería que yo me fuera sin comer para darle la comida a su amado hijo Armando, puedo comprender que no soy hijo de ella pero ella nunca tuvo un poco de compasión por mi, fue Roberto el encargado de ver por mi, porque la única preocupación de margarita era mantener una imagen ante la sociedad, viví mucho tiempo sin una figura materna hasta que llegó a la casa de los Mendoza, Isabel.
La hermana de Margarita, ella junto a Roberto fueron los encargados de criarme a decir verdad son los únicos que se ganaron mi afecto en esa casa, por su puesto mis hermanas, aunque ellas no autorizaban mi cercanía con Isabel pues ellas creian que ella era mala y que me iba a poner en contra de Margarita, claro que ellas nunca se dieron cuenta de los malos tratos de la señora de Mendoza hacia mi"

"Mi rivalidad con Armando inicio a partir de mi cercanía a Roberto, Armando siempre me restregaba en la cara que yo era un niño huérfano, pues ese niño de mami quería toda la atención que pudiera existir en la casa iniciando con Margarita, y yo al no tener atención de ella, me refugie como un bastardo con Roberto, el me quería igual que Margarita a Armando, En mi jodida niñez le pedía a Roberto que me dejara llamarlo "Papá" como muestra de cariño. El accedió pero con la condicion de que Armando no sé enterará nunca"

"Papá ¿Hoy podré ir a la empresa contigo?"

"Si hijo, cuando Armando se vaya con Margarita al club, nos vamos y te llevaré a conocer el área de producción"

"Ese día fue el día más feliz de mi vida, nuevamente pude llamar a alguien papá. Salí corriendo de su despacho rumbo a mi habitación por mi mejor traje, tenía una amplia gama de ropa porque siempre me ha gustado vestir bien. Elegi mi pequeña corbata azul y mi traje color negro"

"Y ahí estaba yo. Arreglándome frente al espejo del baño, parado encima de un banquito porque estaba muy pequeño como para llegar al tocador. Puedo decir que era un mini Roberto, Arregle mi corbata la cual el me había enseñado a hacer y eso es algo que Armando envidiaba porque por más que tratara el nunca podia. Me puse un poco de loción y peine mi cabello"

Muchas veces la gente confundía a Daniel Valencia con un hijo de Roberto, pues siempre estaba con el y cualquiera pensaría que era padre e hijo, eran identificos, desde la manera de caminar hasta en la forma de hablar, en aquellas entrevistas a Roberto, Daniel era el que estaba ahí, Armando estaba demasiado ocupado como para interesarse en Roberto, eso ocurrió cuando se propuso ganar la presidencia

𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐, 𝑫𝒆 𝒓𝒐𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒕𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora