"BÉELIA" || Fanfic [Guapoduo]

Capítulo -3-

La noche fluía con normalidad para todos, el día realmente había sido cansado para los astronautas.

Pero Cellbit aunque quisiese no podía descansar, pasó toda la noche mirando el cielo nocturno a través del cristal de los dormitorios.

Había extrañado tanto ese sentimiento de contarle silenciosamente a la luna sus problemas y que lo abrazara con su luz encima de el.

Miró el amanecer en el horizonte, era mucho más intenso y veloz a comparación del que conocía.

Y poco a poco sus compañeros despertaban regalándole un “buenos dias” cuando veían al castaño frente a la ventana.

—Cellbit…—Lo llamó una chica de ojos violetas detrás de él con delicadeza—¿Está todo en orden?

—Sim, no te preocupes Jaiden, era solo otro episodio de preguntas existenciales—Contestó frotando sus ojos y estirándose.

—Oye hace mucho no le hablabas a las estrellas—Se sienta a su lado con preocupación, Jaiden sabia que cuando Cellbit miraba las estrellas era porque tenía problemas—Algo ocurrió… ¿Cierto?

—No, solo que todo esto me esta abrumando más de lo debido—Ese no era el motivo por el que se sentía así pero tampoco era una mentira.

—Sabes que puedes contarme, tratare de ayudarte Cell—Le sonrie la fémina envolviendolo en un abrazo para mostrar su cariño y apoyo.

—Gracias…—Corresponde su abrazo, realmente lo necesitaba.

Jaiden era una gran amiga de Cellbit, era tan amable y comprensiva, agradecía que ella estuviera allí siempre.

Las ruidosas ruedas de Titi entran al dormitorio despertando a los que faltaban con su característica voz de robot un tanto aguda ganándose regaños de varios que deseaban descansar un poco más. Ese robot amaba molestar a los demás.

Cellbit se da un rápido aseo para ir a desayunar con un poco más de energía, tomo su tableta y leería un poco en lo que terminaba su batido de vitaminas con sabor exótico.

Se mantenia en una mesa lejos de los demás para concentrarse, ya que solian tener platicas ruidosas entre los tripulantes durante los desayunos, pero el nunca participaba.

—Che ¿Te molesta si me siento aquí?—El argentino sostenía su desayuno frente a él con algunos papeles en su otra mano.

—No, adelante—Contesta mirándolo con algo de extrañeza, ya que el pelinegro usualmente desayunaba con Carre.

El chico se sienta frente a él mientras leía los papeles, Cellbit no comprendía como podía mirar con esas gafas de sol que pareciera que nunca se quitaba.

—El Mariana no deja hacerse el pelotudo hablando en voz alta, no me dejaba trabajar en paz—Confiesa el chico un tanto fastidiado por el comportamiento de Mariana.

—Spreen, Mariana siempre es escandaloso—Sonríe ya que ambos sabían que su compañero era demasiado extrovertido con todos.

—No entiendo de donde saca tanta energia durante la mañana—Dice con un poco de envidia ya que la mayor parte del tiempo se sentía cansado.

Miran al mexicano del que hablaban del otro lado de la sala de pie sonriendo ampliamente mientras contaba su experiencia en la cueva y todos permanecían silenciosos prestando atención.

—Capo escuché que gracias a el casi mueres en la cueva—Dice el argentino dándole un sorbo a su batido.

—El no tiene toda la culpa— El castaño nota que Spreen usaba hojas de papel y no su tableta para trabajar—¿De vuelta a lo tradicional?