Carreras Cruzadas ( Max Verstappen x Male Oc)

CAPITULO 2

Llegó el gran día y Tommy comenzó oficialmente a trabajar con Ferrari en el Gran Premio de Australia. Mientras Charles hacía las prácticas en la pista, Tommy se instaló en el box para preparar una importante presentación que le habían encargado.
Con el ruido de los motores de fondo, Tommy trabajaba concentradamente en su laptop. De pronto llegó Arthur con un café de Starbucks.
Para que arranques bien el día, hermano - dijo entregándole el vaso.
¡Gracias, lo necesitaba! - respondió Tommy con una sonrisa, sin despegar la vista de la pantalla.
Al terminar las prácticas, Charles y Arthur se reunieron con Tommy para ir a la conferencia con el equipo de finanzas de Ferrari. Allí Tommy hizo su presentación explicando con lujo de detalles la estrategia presupuestaria. Todos escuchaban atentamente, impresionados por sus conocimientos y elocuencia.
Cuando finalizó, recibió un fuerte aplauso de sus colegas. Charles y Arthur estaban orgullosos de ver brillar a su amigo en su nuevo rol.
Sabía que lo harías genial Tommy. Eres todo un profesional - dijo Charles palmoteándole la espalda.
Tommy se sentía pleno y entusiasmado con este inicio prometedor en la Fórmula 1 junto a sus mejores amigos.

Luego de la conferencia, Charles y Arthur llevaron a Tommy al área de la cafetería para presentarlo con los otros pilotos de las escuderías.
Al entrar, varios estaban sentados en mesas conversando entre ellos. Charles hizo sonar una cuchara contra su vaso para llamar la atención.
"Chicos, les presento a Tommy, nuestro nuevo genio de las finanzas y gran amigo desde la infancia" dijo señalando a Tommy.
"Hola a todos, pueden decirme Tommy o Tom, como prefieran. No soy muy bueno con las presentaciones formales" dijo él bromeando para romper el hielo.
Todos rieron y lo saludaron amigablemente. De pronto, Max Verstappen entró con semblante serio y distraído. Tommy lo miró por unos segundos y sintió una extraña conexión. Pero dado el momento, prefirió no acercarse para no importunarlo.
"Un gusto Tommy, bienvenido. Perdona a Max, no tuvo un buen día hoy en la práctica" le susurró Charles.
Tommy asintió comprendiendo. Sabía que ya tendría otra oportunidad de conocer apropiadamente al famoso piloto holandés.

A pesar de esa primera mala impresión, Tommy no podía sacarse a Max de la cabeza. Había algo en su mirada que lo intrigaba.
Durante los siguientes días, Tommy buscaba disimuladamente a Max entre los paddocks y boxes de las escuderías. Se moría de ganas por acercarse y hablarle, pero los momentos nunca parecían apropiados.
Max se veía siempre centrado en su propio mundo, interactuando lo justo y necesario con su team. Tommy no quería entrometerse, así que continuó observándolo a la distancia.
-Oye Tommy, te noto un poco distraído últimamente mirando hacia el box de Red Bull. ¿Pasó algo? - le preguntó Charles una tarde con picardía.
-No, nada...solo me llama la atención la dinámica de ese equipo - improvisó Tommy sonrojándose.
-Ya veo...ten cuidado con enredarte con la competencia - bromeó Charles dándole un codazo amistoso.
Tommy rió nerviosamente. Sabía que tendría que controlar más sus miradas furtivas hacia cierto piloto holandés si no quería despertar más sospechas.

La oportunidad que Tommy esperaba finalmente se presentó en el Gran Premio de Mónaco. Luego de la carrera, los Leclerc organizaron una fiesta exclusiva en su lujoso penthouse para todo el paddock de la F1.
Tommy estaba nervioso arreglándose para la fiesta, anticipando que Max estaría ahí. Quería causar una buena impresión y poder entablar una conversación real con él.
Al llegar el momento, los invitados fueron llegando al elegante ático. Tommy saludaba cordialmente mientras escaneaba discretamente la multitud en busca de Max.
De pronto sus miradas se cruzaron a través del salón. Max le dedicó un asentimiento formal y se acercó para presentarse apropiadamente.
-Disculpa que no pudimos hablar en Australia. Soy Max Verstappen - dijo estrechándole la mano-. Bienvenido al circo de la F1.
-Gracias, es un placer Max. Soy Tommy, amigo de la infancia de los Leclerc - respondió sonriente.
Comenzaron a conversar y Tommy pudo admirar de cerca los intensos ojos verdes de Max. Sabía que esta era su oportunidad para conectar con él. La noche recién comenzaba.