CAPITULO 5

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Era sábado por la noche después del Gran Premio y varios pilotos habían acordado salir juntos a relajarse a uno de los clubes nocturnos más populares de Miami.

El grupo conformado por Charles, Carlos, Lando, Pierre, Esteban y otros había convencido también a Max y Tommy de unirse. Aunque no eran muy asiduos a ese tipo de salidas, decidieron acompañarlos para compartir tiempo con sus amigos.

Ya en el exclusivo club, con la música retumbando, el grupo ocupó una de las mesas VIP para sentirse cómodos. Max y Tommy charlaban y reían recordando anécdotas del fin de semana de carreras entre tragos y bocadillos.

En un momento, cuando Tommy regresaba de la barra con nuevas bebidas, un chico alto que bailaba cerca se le acercó intercambiando algunas palabras y sonrisas. Parecía estar coqueteando con Tommy, que respondía educadamente.

Max los observaba desde lejos, sintiendo una incómoda molestia ante esa insinuante interacción. Pero rápidamente comprendió que eran sólo celos infundados de amigo sobreprotector o eso quería pensar. 

Tommy merecía vivir libremente sin rendir cuentas. Luego de un rato, el chico se retiró y Max relajó su postura, decidiendo olvidar ese pequeño incidente y seguir pasándola bien junto a Tommy y sus otros amigos en una noche de sano esparcimiento.

Luego del breve e inocente coqueteo de ese chico con Tommy, el grupo de pilotos continuó disfrutando de la noche en el club. Reían, bailaban y celebraban la vida y su pasión compartida por las carreras.

En un momento, cuando algunos fueron a la pista de baile, Max y Tommy se quedaron solos en la mesa. Era una buena oportunidad para profundizar su amistad.

"¿Te la estás pasando bien?" preguntó Max dándole un sorbo a su bebida.

"Sí, aunque sigo sin ser muy fanático de estos lugares ruidosos" bromeó Tommy y Max asintió riendo en señal de que sentía lo mismo.

Siguieron conversando honestamente, expresando lo mucho que valoraban la compañía del otro. Las multitudes y la música estridente parecieron desvanecerse alrededor, mientras ellos se enfrascaban en una cálida charla como dos amigos cercanos.

Se dieron cuenta cuánto tenían en común y cómo su amistad los hacía ser mejores personas. Sin prisas ni distracciones, ese momento de conexión genuina entre ambos fue el punto culminante de la velada.

En un momento de la noche, cuando Tommy y Max seguían conversando distraídos, dos chicas se acercaron emocionadas a su mesa. Eran canadienses, fans de la F1 de visita en Miami.

-¡No puedo creerlo, eres Max Verstappen! ¿Podemos sacarnos una selfie contigo? -preguntó la más extrovertida.

-Claro, adelante -respondió Max con cordialidad poniéndose de pie para la foto.

Luego las chicas repararon también en Tommy. -¡Espera! ¿No eres tú el guapo amigo de los Leclerc que sale en sus redes sociales?

Tommy se ruborizó halagado mientras asentía. Las jóvenes insistieron en tomarse también fotos con él. Los cuatro posaron sonrientes con los teléfonos.

Cuando terminaron, las chicas los invitaron efusivas a bailar por un rato. Tommy y Max accedieron más por cortesía que por interés romántico. Sin embargo, pasaron un agradable momento compartiendo unos temas musicales con las divertidas fans canadienses, quienes no podían creer su suerte de compartir pista con dos apuestos pilotos de F1.

Luego Tommy y Max regresaron a la mesa riendo por el inesperado episodio, siempre priorizando la compañía mutua por sobre cualquier breve coqueteo. Su naciente amistad era lo que realmente atesoraban.

Carreras Cruzadas ( Max Verstappen x Male Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora