SI TE ATREVES (FreenBecky Version)

- Tan solo un suspiro...-

De inmediato Sarocha recapacita ante lo que hizo, se separa un poco de ella, apenas y si logro mover sus labios y ella trata de rectificar su impulso.

-Lo siento.

Desvía su mirada y gira un poco su cabeza.

-¿Por qué te disculpas?

-No debí de hacer tal cosa.

-¿Por qué no?, tu no me eres indiferente, lo sabes desde hace mucho y creo que para ti tampoco lo soy.

-No hables por mí. Es suficiente cumplí mi objetivo, mírate estas flotando.

Le da un último vistazo y gira dirigiéndose al parte menos profunda. Rebecca flotaba por sí misma, la princesa era una gran instructora y trata de memorizar esa sensación de flotar, pero también hay algo más que quiere llevarse en su memoria. Nada rápido adonde esta la chica y la detiene antes de que suba por las escaleras.

-Espera. -Ella voltea al sentir como una mano la tomaba de su muñeca. -Gracias.

Se limita a decir mirándola, las palabras simplemente se negaron a salir de su boca al ver su rostro afligido. Rebecca la ve salir del agua sin oponerse, ella hace lo mismo extrañada por su propia actitud y le sigue lentamente el caminar a los vestidores. Ahora volverán a las caballerizas de la pista de carreras, que es donde únicamente están los caballos, anteriormente le había dado la indicación al mayordomo que continuarían sin él. Rápidamente se quitan sus trajes de baños y se ponen sus respectivas ropas.

Con el poco tiempo que Sarocha instruyo a Rebecca, adquirió su propio estilo. Ahora llevaba una blusa de cuello ruso que se abotonaba hasta abajo de color azul cielo arremangada y un pantalón blanco. Mientras que Sarocha usaba su habitual vestimenta de blusas de licra de cuello semi-alto y manga larga.

Al andar por la vereda que las llevaría de vuelta, las dos lo hacían con un caminar regular sin hablar, el viento comenzó a soplar fuerte y se podía escuchar a lo lejos algunos truenos amenazantes.

-Debemos darnos prisa, la lluvia no tarda en caer.

No obstante Rebecca no dice nada, solo hace un murmuro afirmativo y permanece en silencio mirando hacia otro lado. Algo en su interior se negaba a aceptar que el día estaba a punto de terminar y que perfectamente sabía, la chica que está a su lado le gusta, demaciado. Tiene que admitir que se siente atraída pero no piensa faltarle al respeto de nuevo, aunque está consciente de que posiblemente no la volverá a ver a menos que ella regrese a las tierras de su tío el próximo año, lo cual no está en sus planes.

Faltaban algunos metros por llegar cuando la lluvia comienza a caer aun con el sol encima. Pero en lugar de correr para no mojarse ambas se quedan admirando el arcoíris, en campo abierto era una vista hermosa. Una a lado de la otra, miraban el cielo, Rebecca voltea ver a la princesa la cual tenía su vista fija en el cielo, con sus ojos cerrados parecía que disfrutaba del caer de las gotas en su rostro. Contrario al de ella quien tiene una mueca impotente por no poder ser mejor para agradarle a la princesa ante la incertidumbre de no saber si realmente no le importa, pero forma en la comisura de sus labios una ligera sonrisa mientras la mira.

-El dije es un regalo.

De la nada habla perturbando la tranquilidad de la pelinegra.

Inmediatamente voltea a verla con cara de desconcierto y rápido cae la cuenta de que es de lo que le está hablando.

- ¿De quién?

-Eso es lo que quiero descubrir.

-Oh... No comprendo, ¿por qué traer algo en tu pecho si ni siquiera sabes de donde proviene?