SI TE ATREVES (FreenBecky Version)

DELIRIO

Hola de nuevo ;) Aquí aparece la canción por la cual se ha creado este fanfic. 

Titulo: Kimi ga Kureta natsu

Leo Ieri

__Gracias por leer__

Parte 5

– ¿Bucéfalo?

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–No, el caballo que recuerdas después de tu accidente era hijo del alfa, Hércules. El Año que despertaste volviste a las ahora mis tierras y ahí estaba él y tú lo querías y te lo di. Al enterarse tu padre que era cría pura sangre quiso llevárselo y al ver que tampoco estabas segura aquí tu madre te llevo de vuelta a Inglaterra con tu hermano. Hércules conforme creció y estuvo apto para cruza obtuvimos a otro pura sangre, negro, bronco y fuerte, agreste. El señor Chankimha intento adiestrarlo para su hija pero todos fallaron hasta que se encontró uno frente a otro, ambos se eligieron. Un año después encontré una yegua de raza extraña la llamaban el caballo del cielo akhal-teke me parece, de la cruza nació una hermosa yegua tan deslumbrante, brillaba con los rayos del sol como la misma luna, y entonces...

– ¿Diana?

–Así es, después, tu volviste de vacaciones con tu madre y te la di, regresaste a Inglaterra y posterior a ello ocurrió el accidente de los padres de Chankimha, no te puedo asegurar que ella recordará su infancia. Su padre supo forjar bien los cimientos, fue estricto con ella no tenía tiempo para nada más que estudiar y aprender artes, música, equitación y a ella parecía encantarle. Promovió la agricultura y ganadería de aquel pueblo con el control total. Su éxito fue tanto que los familiares de sangre no podían concebir que Freen Sarocha Chankimha, quien no tiene sangre Armstrong heredara todo y pasó por todo lo que ha pasado.

Rebecca estaba helada con tanta información que se supone debería de estar en su memoria no obstante, aún no se tocaba el punto mas importante.

– ¿Y el accidente?

–Aquel verano que no se concretó la venta, ustedes no estaban cerca, a ambas les gustaba ir al rio y ese día no fue la excepción.

Su madre retoma la conversación aliciente a Chankimha, lo de más que pudiera saber era bastante obvio. La cabeza de Rebecca estaba dando vueltas otra vez y punzaba, pero ahora había algo diferente. Conforme su tío y su madre le hablaban, imágenes venían su mente recordando fragmentos borrosos ahora sabe que no era tan chica cuando tenía ese caballo por el cuál su padre la golpeo y por eso su madre y ella prefirieron vivir en Inglaterra.

–Esa tarde comenzó a llover, encontré a Ricardo en la cocina y le pregunte si las había visto.

–Ese niño cuyo nombre no recuerdo, desapareció cuando fui a tomar agua.

Complemento Ricardo quien también se veía abrumado por saber lo que sucedió con los padres de esa niña, además de observar detenidamente a su hermana.

–Fuimos a buscarlos mientras los hombres estaban en su reunión. Al encontrarlas, tú no estabas según lo que dijo el otro niño, la señorita Chankimha cayó al rio y no sabía nadar muy bien, dijo que habían peleado y forcejeado y que tú la empujaste, qué él llego a tiempo la saco, después, tu sola te lanzaste al rio burlándote de que no sabían nadar como tú y él ya no pudo hacer nada.

–¡Eso no fue verdad! – Grita exasperada levantándose del sillón en un impulso de su memoria. –Ese niño, recuerdo a ese niño y no sé quién diablos es ahora pero si lo llego a reconocer se arrepentirá de haber dicho mi nombre.

–Tranquila Rebecca.

Su hermano se levanta y la abraza de lado volviéndola a sentar:

–Mande a Ricardo a que diera aviso a los demás mientras corrí por la orilla del rio con la esperanza de encontrarte. Yo también creo que tú no lo hiciste, sin embargo eso genero una disputa aún más grade entre tu padre y el de ella. Pelearon golpes en el hospital al día siguiente cuando la adrenalina de todos había disminuido menos la de ellos. Esa fue la única vez que vi a tu padre defendiéndote. La señorita Chankimha también sufrió estragos pero menores ella estaba en la orilla del rio inconsciente y cuando estuvo fuera de peligro, en cuanto pudo corrió a tu habitación, donde estabas con muchos tubos y pocas posibilidades de vida. – Continua la narración su madre –Yo estaba en aquel cuarto y la invite pasar, tenía miedo de hacerlo. Te habló mientras estabas dormida, te dijo que eras su mejor amiga y recito unas palabras que no recuerdo. – Rebecca abre sus ojos tan amplios pues, sabe de qué palabras habla, ahora sabe por qué ambas conocían esas líneas que recordó parada en el río mientras discutía con la princesa. –Después, de su cuello quito un pendiente y lo coloco sobre tu pecho.