FOTOGRAFIA

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Era sábado por la mañana y Rebecca recibe los primeros rayos del sol que logran colarse por las pequeñas aberturas de las cortinas de la sala. Mira a todas partes y no reconoce el lugar sintiéndose desorientada, sacude un poco su cabeza, eso siempre ayuda, más consiente hay un peso extraño sobre ella y también siente como unas pequeñas uñas se encajan en uno de sus brazos que estaban fuera de la manta del lado contrario de donde está la pelinegra. Dirige su mirada hacia donde siente eso y es el gato que está encima de ellas. Su mente pronto recuerda lo sucedido en la noche y mira a la chica que sigue en su regazo con sus brazos aun aferrados a ella. La contempla por unos instantes, parece que está aun profundamente dormida. Es tan hermosa aun desaliñada. Mira su reloj de pulso quitándole el brazo al gato, este simplemente se acomoda mejor. Para fortuna de una, hoy no trabaja y para ambas, tampoco hay clases así que no hay prisa por llegar a algún lugar.

De inmediato piensa en que le dirá a la chica cuando despierte, esta claro no estará muy contenta y la posibilidad, como es su costumbre, de que no recuerde o no le convenga recordar lo sucedido es más que obvia. Siente como se mueve despacio sobre ella y una de sus manos se apoya en su abdomen deshaciendo su aprensión que tenía con sus brazos. Aprieta los ojos antes de intentar abrirlos. Rebecca siente una punzada en su estómago y con mucha razón está nerviosa, su integridad corre peligro.

Al distinguir Chankimha al cuerpo que está muy cerca de ella se separa apoyándose aún en su abdomen con brusquedad sintiendo un mareo repentino por hacerlo rápido. La mira sorprendida y voltea a todas partes para saber dónde está. Reconoce que es su casa y ve al gato cerca, retoma la confianza y se tranquiliza un poco.

–Reb...

En medio de su asombro y su repentina migraña casi se le escapa su nombre pero la castaña no es tonta:

–Wow, recuerdas mi nombre.

De inmediato se da cuenta de lo que acaba de decir y sacude su cabeza rectificando su actitud.

–Tú. ¿Qué haces en mi casa?

–Oh, que rápido lo olvidas. – Rebecca aún tenía sus manos sobre el cuerpo de la pelinegra solo que no estaba ejerciendo ninguna fuerza. –Tuvimos una noche muuuuy interesante.

En broma con una sonrisa tonta acentúa algo que no sucedió del todo así.

–¡Que!

No puede creer semejante cosa y se mira a si misma constando que aún tiene su ropa puesta y sabiendo eso ve con molestia a Rebecca.

–Es broma, lo que es verdad es que no me dejaste ir. Mírate aún me tienes sujeta.

La sonrisa de la castaña no tenía maldad, era muy temprano para sentirla así que solo se mantiene al margen abogando por su inocencia aún debajo de ella.

–¿Qué haces aquí?

Separándose por completo, quita al gato poniéndolo del otro lado del sillón, Rebecca no opuso resistencia y la deja alejarse al otro extremo.

–¿No lo recuerdas?, ¿o, quieres que sea yo quien te lo recuerde?

El tono de la castaña cambio repentinamente a mas serio, Chankimha tiene un sonrojo producido por sus palabras. Es cierto que no recuerda exactamente lo de ayer, pero si fragmentos y le da pena algunas cosas. Se levanta por completo para evitar que la chica la siga viendo.

–No del todo. – Con aparente molestia cruza sus brazos pero muere de la vergüenza. –Gracias por traerme... –Murmura después y apenas perceptible para Rebecca, sin embargo la castaña se levanta y camina hacia ella.

–¿Perdón?, no escuche bien.

Es obvio que finge sordera, al escuchar "un gracias" aunque merecidamente debe ser mayor y viéndola a la cara. Se coloca delante de ella respetando bastante su espacio personal y espera una respuesta.

SI TE ATREVES (FreenBecky Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora