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Poema

Situación: eres la linda y tímida novia de Shinichiro, sabes su pasado y que ha pasado cosas difíciles, pero debido a tu timidez no logras expresarle lo que querías realmente decirle. Decidida, le hiciste con mucho esfuerzo un poema dedicado solo para él.

Disfruten, lunitas o (*￣▽￣*) o

En la senda de la vida, cuando la tormenta arrecia, 

y el peso de las penas parece que no aligera. 

Quiero ofrecerte mi mano, mi amor que no titubea, 

porque has enfrentado tormentas, y tu fuerza resplandece.

En la danza del tiempo, cuando la oscuridad se cierne, 

has brillado con coraje, cual estrella que gobierna. 

Tus pasos, valientes, en la danza de la tristeza, 

han dejado huellas de amor y fortaleza.

En el lienzo de tus días, pintas con colores intensos, 

superando adversidades, mostrando tu temple inmenso. 

Eres la inspiración que muchos buscan en silencio, 

y hoy, con estas palabras, te ofrezco mi aliento.

Toma mi hombro como refugio en la tormenta, 

que mi apoyo sea el eco que en tu corazón asienta. 

Has vencido batallas con una fuerza innata, 

mereces un respiro, un oasis en la jornada.

Atrás quedan las sombras, como hojas en el viento, 

y ante ti se abre un camino, un nuevo aliento. 

Que este poema sea un faro en tu noche oscura, 

recordándote que en esta relación encuentras ternura.

Así que acepta este verso, sencillo pero sentido, 

como un abrazo sincero en este momento compartido. 

Estoy aquí, a tu lado, con amor incondicional, 

porque mereces todo el apoyo, toda la paz celestial.

Nerviosa, le diste un repaso al poema, revisando sus rimas, los versos, si era visible lo que querías expresar, incluso revisando para absolutamente nada. Suspiraste, derrotada, aceptando que no había falla alguna, y pusiste el papel en una pequeña carta.

Tal y como predijiste, viste a Shinichiro paseando con sus hermanos por el parque. Inhalaste y Exhalaste varias veces con fuerza. Escondiste la carta detrás tuyo y te acercaste a saludar.

-Hola Shin - saludaste con una sonrisa de boca cerrada. Sobresaltando al recién mencionado.

-Oh, eres tú, hola, ___ (T/N) - te respondió de la misma manera. Mikey y Emma los miraron con curiosidad.

-Y-yo, tengo algo para ti - dijiste entregándole la carta. El pelinegro la tomó y la observó. Tú, desesperada por terminar esto rápido para pasar esta vergüenza y no arrepentirte a último momento, lo tomaste del cuello, le diste un beso rápido en la mejilla y le susurraste "no tienes que seguir haciéndote el fuerte, aquí tienes un hombro en el cual descansar" y con eso, saliste corriendo. Dejando a un Shin aturdido y confundido, a una Emma y Mikey intrigados, y una pena de tu irremediable timidez.