❤️😈Capítulo 4😈❤️

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❤️👿Capítulo 4👿❤️






Narrado por Hoseok









La hermosa chica me montaba con frecuencia, sus dos inflados glúteos fueron atrapados por mis manos, quería estar allí con ella, pero Hyungwon inundó mi mente, me imaginé que era él quien brincaba sobre mi miembro, fue así que gracias al esbelto cuerpo y rostro que visualice en mi mente pude llegar a la cúspide de mi orgasmo. Luego aventé el cuerpo de la fémina a mi lado, irguiéndome para retirarme de la habitación del hotel. El olor a sudor entrópor mis fosas nasales.

Estoy fuera de control, cada que paso tiempo con Hyungwon y su familia me agradan más, los gemelos son cariñosos y traviesos, buscan de mi para mostrarme sus juguetes o para jugar con el balón. El adolescente aún esta con el problema de no emitir palabras, el trauma causó en él un deterioro, el otro joven es educado y parlanchín, tal vez no le simpatizo pero intenta convivir conmigo y Hyungwon es mi perdición humana, es tan real, tan leal para con su familia, un padre excelente, con un carácter que me desestibiliza, el sonido de su voz calo fuerte en mi interior, escaló mi piel sin saber cómo sucedió. Ni que decir de su cuerpo, esa cintura de avispa, esa belleza inhumana, esa sonrisa que me debilita y el sonido de su voz es como una melodía exquisita. Y esos labios, endemoniadamente quiero beber de sus besos, quiero morir en el cielo, quiero danzar en esos acolchonados labios tan carnosos que me hace vibrar, quiero morder esas mejillas rechonchas. Mi cuerpo se enciende al verlo caminar, mi miembro anhela abrir sus labios con la punta de mi erección, quiero hábitar ese cálido hogar, el que pronto será mío. Lo deseo como el oxígeno, deseo llevarlo al infierno y regresarlo al cielo. Mi sueño es inspeccionar cada parte de su cuerpo, besar cada lunar, cada valle, hasta marcarlo con mis labios. Esto no es normal, esto que siento me carcome día a dia. Está implosión necesita explotar o sino voy a terminar enloqueciendo.
En cambio mi otra parte consciente y no bestial, me hace preguntar ¿Cuando emergieron estás sensación, sentimientos o como quiera llamarse desde mi pecho? ¿Cuando comencé a verlo de forma diferente? ¿Cuando esa sonrisa me terminó por flechar? Más preguntas que no hallé ninguna respuesta.
Hyunwoo tenía razón en algo, cai redondo a sus pies sin intención de hacerlo.

Lunes. Bendito lunes, horas que estaría fuera de nuestro hogar. No sé cuándo empecé a incluirlos en mi vida o el decir nuestro hogar. En un tiempo ya no existiría el nuestro hogar menos cuando Hyungwon me lanzó la bomba de que regresarían a su hogar de origen. Sigo pensando en que puedo hacer para que eso no suceda, lo necesito en mi vida, a ellos, y debo aclarar esto que me come el pecho, cuanto antes mejor, antes de que sea tarde.

Tenía mucho por hacer por lo que puede distraerme con el trabajo. En el descanso almorcé un poco de arroz con kimchi, bebí una botella de agua, en el tapper donde estaba mi almuerzo había calcomias de los minions, los gemelos decoraron este recipiente para que me "alegra el dia" palabras dichas por esos dos infantes. Imposible, nueve palabras que saltaban de un lado al otro en mi cerebro, pero yo estaba sonriendo, sonriendo al recordar los rostros de los niños, y al observar las calcomanías lo confirme. Sentí florecer el cariño, cariño hacia ellos. Carajos, esto es tan nuevo que me inquieta, a la vez que me hace sentir algo cómodo. Tal vez y solo tal vez porque mi genio me contradice, ellos han hecho de mi una persona con capacidad de sentir amor.
No soy de piedra, el claro hecho de que se plasmó una sonrisa en mi rostro y la cálida sensación que entibio mi corazón de hierro fundando ahora por la liviandad me hizo que me preguntará ¿Qué será mi vida sin ellos en ella? Porque me di cuenta que quiero formar una familia, y que ellos la conformen, porque solo el hecho de imaginarme el estar sin ellos a mi lado se me estruje el corazón. Soy capaz de ser todo lo que ellos necesitan, otra figura paterna aunque deba aprender sobre ello, aunque deba chocar contra un muro con tal de protegerlos, soy capaz de ser esa persona que tanto necesitan Seung y Jun, y la persona que le hace falta a Hyungwon, esa persona que lo haga sentir seguro, quiero ser el hogar seguro de ellos cinco.
Y si, aunque me cueste, necesito decirle como me siento y lo que siento por él, por ellos, porque mi piel quema al recordar que se irán. No dejaré que eso pase, aunque deba encadenarlos contra sus camas, no dejaré que se aparte de mi lado.
Con todo eso en mente y para que cierre mis dudas, mi madre es con quién debo platicarlo.

Al dar por terminado mi día laboral, conduje hasta el hogar de mis padres, mi madre estaría sola así que podría hablar con tranquilidad. Al estacionar, mi corazón era un maremoto, las pulsaciones un tornado y mis nervios un terremoto. Inhale y exhale cada diez segundos. Una acidez estomacal provocada por mis nervios invadió mi garganta haciendo que me subiera la bilis, malditas náuseas, por dios tengo treinta y tres años y parezco un adolescente.

Mis llaves fueron a parar a la cerradura, la hice girar y entre al hogar. El aroma a café y tarta de naranjas chocó contra mis orificios nasales, dándome hambre, apaciguado mis ganas de vomitar.
Mi madre se sorprendió y al verme allí, sabiendo que generalmente los domingos llegaría para almorzar o cenar con ellos y no un lunes. Mi madre presintió algo, lo supe porque ella era muy expresiva y yo seguramente era un infierno expresivo de dudas.

—Hoseok hijo, qué sorpresa verte aquí hoy. Dime qué sucede. Te ves un desastre, estas pálido hijo, siéntate, ¿Quieres un té de tilo o un café? No- me detuvo levantando la mano para acallar mi inexistente voz- beberás un té de tilo, rebanare una porción de tarta para ti, solo dame unos minutos corazón - mi madre siempre era una dulzura andante, aún me pregunto cómo yo salí de ella, siendo un cabron, desalmado e ignorante a veces, soy un viejo cascarrabias.

Ella regresó con una bandeja de metal con porciones de tarta de naranjas y dos tazas de café y té más un cuenco de azúcar y cucharitas. Endulzo el té con dos cucharaditas de azúcar y dos para su café, mi madre me conocía tan bien y sabía que no me gustaba tanto consumir cosas dulces, salvo en algunos eventos familiares, creo que sigo siendo el nene de mamá.

—Muy bien corazón, ahora puedes decirme que es lo que anda molestando a tu mente. Te veo inquieto por algo, y presiento que es más un alguien, alto de cabello pelirrojo, unas mejillas rellenas y muy simpático- mi madre bebió un sorbo de café mientras no apartó la mirada de la mia, mierda, me conocía mejor que yo mismo.

Estaba trabado, la lengua me picaba por trepar al exterior y mis manos ejercían presión en mi pantalón de trabajo, mi pierna izquierda se movía a dos mil por segundo.

—Mamá creo que estoy enamorado de Hyungwon, ¿Es eso posible? - mi yo interior me preguntaba ¿Dónde había quedado el hombre desquiciado como si le hubieran pegado al amiguito, malhumorado y controlar? Porque ahora mismo era todo lo contrario, sudaba, nervioso, tartamudo y demás.

—Hijo claro que es posible. Si bien tú no te diste cuenta al conocerlo de esa manera horrenda, cuando yo los vi por primera vez aquí, juntos con su familia, supe que algo existía entre ustedes, tal vez era muy flojo en ese momento pero allí había una chispa creciendo. Es normal que sientas algo por la persona con la que comenzaste a convivir hace tiempo, tal vez cariño fraternal, y como tú dices hijo, nacer el amor. Más allá de que pienses que eres insensible, rudo y todo eso que siempre me dices cada que te veo, tienes un corazón de oro, sientes como cualquier otro ser humano, sino hijo, ¿Por qué los hubieras ayudado? Creció en ti el sentimiento de proteger, aunque calculo que no lo reconociste en el momento- mi progenitora volvió a sorber el café, ella me sonreía con sinceridad- corazón no temas ir en contra de lo negativo que hay en tu mente, aprende que hay que arriesgarse porque puede nacer algo bonito entre ustedes. No dejes ir algo que puede ser real, que traiga felicidad a tu vida, te mereces ser feliz, tú más que nadie mereces vivir la vida con calma. Se tú mismo, habla con Hyungwon dile cómo te sientes sin dejar nada de lado y lucha por lo que tanto anhelas, se que todo estará bien. No dejes ir al amor por miedo.

Mi madre tenía las palabras justas y necesarias para darme a entender lo que era este sentimiento para con Hyungwon. Si, amor, amor que resurgió de lo más profundo, dónde pensé que se había encadenado, que ya no existía y que confundido estaba.

—Gracias mamá, ahora se lo que debo hacer. No sé qué haría sin ti- tuve la necesidad de pararme e ir hacia mi madre que estaba sentada en el sofá frente al mío. Me senté a su lado y me atrapó en sus brazos. Se sentía bien, todo estaría bien. Porque mi madre tenía razón en algo, no debo ser un cobarde, ni huir de mis sentimientos, de no dejarlo ir y sobre todo merezco ser feliz. Y mi felicidad se llama Hyungwon, mi hogar es con él y su familia.

–Ahora mi corazón- me apartó un segundo de sus brazos para conectar nuestras miradas- ve por tu felicidad, ve por ellos. Sé feliz y hazme abuela oficialmente- nos reímos- Hyungwon me agrada mucho así que quiero que me llame suegra algún dia- eso hizo que mi sonrisa se ensanchara.

—Asi será mamá, deseame suerte. Te cuento luego, iré por ellos.

Así fue como salí del hogar de mis padres para ir al encuentro de mi futuro amor. Y rogaba a Dios ser correspondido.

Rehén (2won)😣😈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora