Es muy simple, finjamos ser pareja. Quedamos bien juntos, nos conviene.
➼Rickyyih
➼Actualización todos los viernes
➼Prohibida su copia
➼Se aceptan adaptaciones (Primero consultarme)
➼Historia completamente mía
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Después de la gran noticia todos estaban hablando de ella, la chica correcta y delicada salía con el chico al que todos temian, lo cual por alguna extraña razón era atractivo para algunas. Al salir de la enfermería, donde había despertado sola, sintió como todos la miraban, ni hablar de sus compañeros, algunos seguían sorprendidos y otros estaban más felices, no había rastro de decepción y eso la tranquilizó. "Hice el movimiento correcto" pensó y se sentó en su lugar como si nada, se giró a ver el asiento del platinado, estaba vacío.
-No es raro que falte a clases- La voz de Hikaru se escucha detrás de ella. -Una vez tuve que llevarle los apuntes de clase por petición del profesor, no me dejó ni acercarme a su casa, ni siquiera me dió las gracias. Es un antipático-
-Él es tan diferente a la pequeña Huening- Youngeun miraba con ojos de admiración a la rubia, quien ordenaba sus útiles por colores.
-Es como si Rapunzel saliera con Shrek- Ambas amigas ríen por el comentario de Jungwon.
-Si, pero la versión humana del ogro porque hay que admitir que Ricky es lindo- Los amigos asienten ante el comentario de Yeeun.
-Es rara esta pareja, ¿Cómo se habrán conocido?-
-Es obvio, Youngeun- Yeeun se sienta en el banco y cruza las piernas como una diva. -Es un trato por conveniencia, no hay forma de que sea una pareja real-
-Puede haber empezado así, pero ¿Qué tal si están enamorados?-
-El amor no existe entre los populares, son relaciones que convienen, cada parte gana algo con esto-
-Suenas como toda una profesional, Yeeun- Suelta Jungwon mientras ve a la rubia. -¿Creen que le haya pagado?- Y señala con su cabeza a su compañera.
-Nah, él ya tiene dinero- Hikaru tiene el recuerdo del joven bajando de un Lamborghini rojo.
-¿Entonces qué le habrá prometido nuestra princesa?-
Esas últimas palabras pusieron a pensar a la joven, ella no le había prometido nada especial, ni siquiera habían terminado la conversación cuando él de la nada acepto. Ahora sí estaba con miedo, tal vez hasta paranoica.
