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La familia Haruno había llegado al recinto Uchiha y se dirigieron hacia la única casa que tenía luz. Tocaron la puerta y fueron recibidos por Sasuke, quien parecía confundido.

- Buenas noches - saludó Sasuke, algo confundido.

- Sasuke, mis padres trajeron algunas cosas y también querían ver cómo está Naruto - dijo Sakura, sonriendo para generar confianza en Sasuke.

- Está bien, pero Naruto todavía está un poco aturdido - explicó Sasuke, apartándose para permitirles entrar.

La familia Haruno observó a Naruto, que estaba en el sofá comiendo lentamente. El estado apagado de sus ojos les dolió el corazón, como si hubiera perdido toda la vitalidad.

Al percatarse de las nuevas presencias, Naruto levantó la vista y notó a la familia Haruno. No sabía cómo reaccionar al ver a Mebuki acercándose lentamente hacia él, pero se sorprendió al ver que se arrodillaba frente a él y le acariciaba la mejilla con delicadeza.

- Oh, pequeño - exclamó Mebuki, acariciando la cabeza del rubio donde había un pequeño vendaje -, Sasuke-kun, ¿podrías hervir algo de agua, por favor?

- Sí - respondió Sasuke, dirigiéndose a la cocina.

Mebuki seguía observando a Naruto con una expresión de cariño y preocupación. Al inspeccionar los vendajes, recordó su juventud como médica, una médica común y corriente que no utilizaba chakra ni era reconocida, pero una médica al fin y al cabo. Observó que los shorts y el lugar donde Naruto estaba sentado estaban ligeramente manchados de un tono rojizo, lo que la preocupó aún más.

- Kisashi, tráeme el botiquín rápidamente - dijo Mebuki a su esposo.

- Sí - respondió Kisashi, pasándole el botiquín a su esposa, quien sacó una crema y se puso unos guantes quirúrgicos.

- Naru, sé que no confiarás en mí, pero quiero que sepas que voy a ayudarte - dijo Mebuki, tomando las manos de Naruto, quien empezó a temblar nerviosamente pero asintió -, vamos al baño para revisarte.

Ambos se dirigieron al baño, primero ingresó Naruto y luego Mebuki dijo: "Traigan otro par de shorts, por favor". Sasuke se acercó con unos pantalones suaves al baño y golpeó la puerta tres veces, permitiendo que Mebuki recibiera los pantalones. Después de unos iruto ncómodos minutos de silencio, salió del baño con Naruto en brazos y lo dejó con cuidado en el sofá.

Justo en ese momento sonó el silbido de la tetera, y Kisashi acudió rápidamente a la cocina para servir un poco del agua hervida, leche y miel. Luego se dirigió rápidamente hacia donde estaba Naruto, colocando la taza de leche frente a él. Naruto observó la taza y percibió un dulce aroma, comenzando a beberla lentamente con una expresión de intensa alegría.

Mientras Naruto saboreaba la taza de leche, Sakura se acercó a Mebuki y le preguntó en voz baja:

- ¿Qué le ocurrió a Naruto, mamá?

Mebuki miró a su hija y suspiró antes de responder:

- Parece haber sufrido una desgarre por la violación. No puedo decir con certeza cuando, pero necesitamos asegurarnos de que esté bien.

Sakura asintió y se acercó a Naruto, quien ahora tenía una mirada de gratitud y sosiego en sus ojos. Kisashi miro a Sakura y a Sasuke:

- ¿Por qué no lo llevaron a un hospital? - preguntó Kisashi, sin poder asimilar la situación.

Sasuke suspiró y respondió:

- En este momento, Naruto está muy abrumado y con mucho temor hacia las personas. Si lo llevamos a un hospital, como estaremos seguros que esos médicos son buenos .Además, no sabemos en quién confiar.

La preocupación se reflejó en los rostros de la familia Haruno. Sabían que Naruto era odiado y torturado, pero nunca imaginaron que

- Entonces, ¿qué podemos hacer? - preguntó Mebuki.

Sasuke reflexionó por un momento antes de hablar:

- Necesitamos encontrar a alguien que pueda ayudarnos, alguien en quien podamos confiar. Tengo a la persona correcta pero a la Pero eso llevará tiempo.

- No podemos dejarlo solo aquí, indefenso - exclamó Sakura, mirando a Naruto con determinación.

- Lo sé. No lo dejaremos solo. Pero debemos asegurarnos de que esté a salvo, incluso si eso significa poner en riesgo nuestras vidas - respondió Sasuke.

La familia Haruno asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Todos sabían que no podían confiar en cualquiera, pero estaban dispuestos a hacer todo lo posible para proteger a Naruto.

Mientras tanto, Naruto terminó de beber la taza de leche y se sintió reconfortado por su dulzura. Miró a Mebuki con ojos llenos de gratitud y trató de expresar su agradecimiento con una sonrisa débil.

- Descansa ahora, Naruto. Estaremos aquí para protegerte - susurró Mebuki, acariciando suavemente su cabello.

Naruto cerró los ojos lentamente, sintiendo la calidez y la seguridad que tanto había anhelado. Sintió que, por primera vez en mucho tiempo, tenía a alguien en quien confiar y a una familia dispuesta a protegerlo.

La noche pasó tranquila, con la familia Haruno velando por Naruto mientras dormía. En ese instante, un nuevo sentimiento de esperanza se apoderó de ellos. Sabían que el camino sería difícil y peligroso, pero estaban dispuestos a enfrentar cualquier desafío para asegurar la seguridad y la felicidad de Naruto.

Parece que poco a poco la vida de Naruto empezá a cambiar

HAY QUE PROTEGER A NARUTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora