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Missa se encontraba admirando el bello amanecer, yacía cuatro días en aquel lugar, aun no logra comprender ni recordar nada. Su mente está totalmente en blanco, cada vez que trata de recordar un dolor aparece. Mariana le dijo que era normal aquellos dolores, él no esta tan seguro.
Cuatro días desde que no ha visto a Roier ni a su esposo, aun le cuesta aceptar aquello, pero la sonrisa de Roier hablando con aquel hibrido de gato hace que su corazón se hinche de alegría.
Cuatro días conviviendo con "extraños", si, así los ve, no es que les caiga mal pero no logra recordar a ninguno.
Cuatro días escuchando a Mariana quejarse de su ex.
Cuatro días cultivando manzanas.
Tres noches llorando por a aquel que perdió. Extraña a su hermano más que nunca, extraña esos regaños, aquellos sermones y sobre todo aquel cuidado que le daba, no sabía cómo actuar después de la noticia, lloro en el hombro de Mariana, por alguna razón varias personas se acercaron a preguntar por su estado, o de chismosos, sobre todo un tipo que se encontraba en traje elegante y otro con lo que parecía ser un yukata. Por ello terminaron enterándose que él había perdido la memoria, hubo jadeos, gritos de sorpresa y miedo, aunque él no puede olvidar aquella mirada de culpa y horror que vio en aquel que vestía un yukata. Se veía tan horrorizado y podía juzgar que también era incredulidad, que esperada que fuera una broma o un mal sueño, también el desea eso.
Suspiro por tercera vez aquel día, el sol salía con lentitud, no había logrado conciliar el sueño nuevamente, por alguna razón despierta siempre sudando y con el corazón latiendo a la velocidad que los aleteos de un colibrí. No entiende nada.
Puede sentir como alguien se recuesta sobre su hombro. Es Mariana, se le ve mal arreglado, aún tiene baba en la cara, recién se levantó.
"Ey men ¿Nuevamente un mal sueño?"
Pregunta con voz serena, no es la típica con gritos, por alguna razón ha empezado a modular su voz con Missa, tal vez sea por la situación.
"Si... Pero como siempre solo recuerdo oscuridad." Se sincero, recostó su cabeza sobre Mariana, miraba el amanecer con tanto anheló, como si aquello le pudiera dar las respuestas que tanto busca. "Mariana, ¿Tu alguna vez has sentido que sabes y a la vez no sabes...? ¿Me entiendes?"
"O si men, en todas mis clases de matemáticas ese maestro era todo un loquillo"
"No me refiero a eso..."
Mariana río al ver el rostro de enojo de su compañero, le sacudió el cabello y sonrió mientras se levantaba —Casi provocando que el contrario caiga— y le mira con empatía.
"Ey, no te atormentes por esto, vas a recordar Missa, solo ten paciencia." Explica, se estira un poco y le da la espalda a Missa para mirar el amanecer mientras lleva ambas manos a su cintura.
"Tienes razón, no tengo que atormentarme con eso supongo" Responde, mira al horizonte y luego, al contrario, se levanta y sacude el polvo, camina lentamente terminando al costado de Mariana.
"Saldré hoy"
"Bien, te acompaño, solo deja me..."
"Quiero ir solo en esta ocasión Mariana. Por favor" dijo con cierta torpeza, miró al contrario que le regresó una mirada de preocupación que después se convirtió en una de resignación.
"De acuerdo, me quedaré cuidando el huerto sr. Apple boy..."
Bromeó, Missa sonrió y después se despidió para ir a un pequeño viaje a aquella isla que encontró días atrás — cuando hizo las tareas equivocadas y le hizo perder oportunidad a su equipo, por lo menos gracias a todos menos él, lograron ganar— tomo uno de los barcos de madera y zarpó hacia el horizonte.
(. . .)
Cuatro días en aquella isla le estaba causando que casi perdiera la cabeza por completo, bueno, esos fueron los primeros días, el equipo estaba un poco inestable así que la locura era la mejor opción para cada uno. Philza tuvo que guardar la calma pues terminaría peor que sus compañeros si esto continuaba, terminó asumiendo el rol de líder al igual que el de ¿Padre? Eso fue curioso, no se queja.
Philza como era de costumbre se encontraba a esta hora del día en una isla algo apartada de la isla donde apareció con su equipo, llegaba antes del amanecer y se iba después del anochecer ¿Por qué? Fue la pregunta de sus compañeros cuando se dieron cuenta que se daba aquellas pequeñas escapadas, él nada más decía que necesitaba tranquilidad después de tanta pelea con sus propios amigos. Era una verdad a medias, pues, en realidad también necesitaba algo que le recordara a su amado esposo platónico, a aquel que le hace sonreír con sus ocurrencias, a aquel que ama como loco, a aquel que perdió... Aun le duele recordar aquella tarde, los ojos de Missa le veía con confusión, no entendía que había pasado, pero al escuchar la explicación de Roier su mundo cayo a pedazos, primero perdió a su hijo Willbur, después a Chayanne y Tallulha, y ahora a Missa.
Y lo peor de todo, el ultimo recuerdo que tiene con su amado es aquella discusión, no lo había podido ver hasta hace cuatro días —parecía que Missa se ocultaba de él—, trato de tener una conversación, pero la vergüenza de la discusión le hizo retroceder a aquella situación, miro lo asustado que estaba Missa antes de subir al tren, sabía que necesitaba apoyo más al no saber nada de su hermano después de meses, pero él no hizo nada, se mantuvo con Tubbo.
Suspiro ante el recuerdo, aun le duele aquello, no lo ha visto desde entonces pero espera hacerlo pronto o, aunque sea antes de que la "maldición" del equipo maldito se active, no sabe quién puede ser, pero espera —aun sabiendo las consecuencias— que su equipo sea el maldito, tal vez así ni Missa ni Tubbo corran peligro. Adentrándose más a lo profundo de la isla, corto algunos árboles para hacer una pequeña base, el día de hoy pasara la noche en aquella isla, tal vez se provea más de materiales y pueda llevarle a sus compañeros de equipo.
O eso pensaba hasta escuchar algunos gritos provenientes de la orilla de la playa. Suspiró alfo cansado, pensó que la isla estaba aún del desconocimiento de los demás equipos, de verdad hoy no tiene ganas de luchar con nadie ni de discutir. Sin más se dirigió a aquel lugar, preparo su espada, pero lo que vio le dejo sin habla.
Missa, él dueño de sus actuales pensamientos se encontraba peleando contra unos mods mientras les reclamaba de que hoy no lo molestaran, mataba a todos sin esfuerzo alguno, mataba como respirar y eso le causo un escalofrió, al parecer aún conserva instintivamente las enseñanzas de los habitantes de la isla, pero había movimientos que no reconocía el origen.
La espada de Missa se rompió y con ello el entro en acción, con arma en alto mato a cada mod que aparecía mientras que Missa quedo helado al ver la silueta saltar de los arbustos a atacar.
"¿Quién era aquel?"
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¡Hola! Jeje... Aquí la señorita PayDeQueso... ^•^
Un nuevo capítulo de la mejor parejita platónica del todo Qsmp!!
El primer encuentro ¿Qué va a suceder ahora?
¿Qué les pareció?
Por cierto, los capítulos serán algo rápidos (de tiempo) ya que es una historia corta, no pasa de los más de 10 capítulos.
Otra cosa, tal vez tenga dos finales, el alterno y el final original.
Bueno, me despido, cuídense ¡Chao!
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Volver a ti •| Deathduo |•
Fanfiction╰───────────✧──────────────╮ Quien diría que al final nada vale la pena o si lo vale, pero simplemente para recordarte lo que hiciste mal... Una discusión cambia el rumbo de una historia. ¿Logrará recuperar a su amado platónico? ╰───────────✧──────...