Más

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La semana concluyo sin más, aquella promesa silenciosa quedo enterrada con el pasar de los días, ninguno se volvió a ver en aquella isla, ambos con el corazón herido simplemente se resignaron a los hechos. Solo fue un momento efímero. Missa dedico mayormente sus días a su equipo que tanto apreciaba, cocinaba y cultivaba manzanas para poder ser útil. Philza por otro lado tomo más en serio su papel como líder, así como "padre" 

La semana concluyo y con ello una nueva dificultad, dos quipos, azul y verde, ambos terminaron empatados, los del ojo, no contentos con el suceso tomaron la decisión de un último encontró, una batalla campal que le daría la oportunidad a un equipo de seguir y al otro de perecer.

O eso fue lo que apareció en el comunicador del líder de bolas, Philza que cerro lentamente aquel objeto que descansaba en su antebrazo para luego acercarse al mueble imperfecto y estrellarlo contra la pared, esto era injusto, todos se han esforzado para llegar hasta aquí y ahora por un simple empate uno podrá simplemente ser destruido. ¿Qué le ocurrida al equipo perdedor? ¿Serán ejecutados? ¿Eliminados? Simplemente pesar aquello le da dolor de cabeza. El equipo bolas puede apoyar a un equipo, también leyó y eso es lo que también le preocupa, sabe la relación que existe contra el equipo azul. Nula, si no fuera porque el líder de aquel equipo es Tubbo sabe que hubiera sido masacrado por el simple hecho de tener a cierto demonio.

—¿Papá? ¿TODO BIEN? 

El grito de Cellbit le hizo recomponer su postura de calma. Giro lentamente su cuerpo quedando cara a cara con el recién llegado, Cellbit al ver a Philza se detiene y antes de hablar la mano levantada del líder le detiene, mira como el contrario acomoda sus ropas y luego en voz calmada dice.

—Cellbit, reúne a todos, es momento de la decisión.

(. . .)

La calma antes de la tormenta. 

Missa miro a sus compañeros correr de un lado a otro con diversas armas, minas y algunas otras cosas. Recién llegaba con el cultivo de hoy, ver la desesperación de cada uno de sus compañeros le estaban dando miedo, se acercó al centro de la base donde ya muchos se encontraban ya planeando, sin comprender se acerca a los planos y mira a Tubbo que se prepara para dar su discurso. 

—Soulfire... Como sabrán no somos el equipo favorito en esta zona...

Empezó a relatar mirando como cada uno de sus integrantes asentía a lo dicho, todos con rostros deprimentes. Tubbo miro con seriedad a todos y después continuo.

—Pero, a pesar de todo logramos tomar la ventaja en los primeros días. ¡A pesar de que los dioses nos abandonaron seguimos de pie! Por eso, nuevamente, ¡hay que demostrar que podemos lograr esto!

—Hace poco hable con el líder de Green Ninjas ofreciendo un 50/50 que fue rechazado... así que no tendremos compasión.

Los rostros de los integrantes se animaron, todos alzaron los puños y empezaron a gritar eufóricos diciendo que demostrarían quien sería el ganador. Missa miraba todo con algo de temor, se vendría una batalla. No. Una guerra, una guerra que marcaría un fin y un inicio a otra etapa de aquel infierno en vida. Todos tomaron sus armas a Missa se le fue dada una por parte de Tina que le sonrió tan brillantemente que se le fue contagiado.

Era ahora o nunca.

Este día se demostraría quien sería el ganador.

(. . .)

El combate empezó. Los dos equipos iniciaron con las típicas misiones dadas por el ojo. Pero, claro, esto no sería el purgatorio sin ninguna jugada sucia. Las muertes empezaron, gritos por parte de ambos equipos mientras bolas solo era un "espectador" más. Claro, bolas se encargaba de ayudar al equipo de Green Ninjas para que lograran ganar, esto siendo esperado por el equipo azul que ni siquiera se inmuto, pues sabían que no eran bien recibidos.

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