Amantes

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¿Cuál fue el propósito? 

¿Por qué salte? 

¿Acaso simplemente quiero terminar?

Claro... Regresare, nadie muere...

Entonces...

Por primera vez miro el cielo, tan extenso y profundo que puede simplemente hacerme desaparecer, es tan majestoso y a su vez misterioso que con solo mirar mi miedo crece, mi cuerpo tiembla con solo apreciar tan majestuoso cielo, o tal vez sea el viento que se estrella en mi cuerpo, puedo percibir el suelo acercarse a cada segundo más pero mi mirada sigue fija al manto ahora más oscuro, puedo sentir mi respiración entrecortarse, mi muerte se acerca.

Pero fue entonces, en el momento en que creí que mi miedo iba a terminar conmigo, antes que caiga lo vi, cansada, pero cálida y amorosa, vi esa mirada llena de sentimientos de aquella isla días atrás, mis ojos picaban al recordar el día atesorando...

Volver a él...

¿Por qué? ¿Por qué desea volver a sentirse en aquellos abrazos que le trasmitieron el confort? ¿Por qué desea tanto ver aquella mirada que no lo juzga?

Missa tomo el cubo de agua y con rapidez la tiro en el suelo, su cuerpo giro y sus piernas recibieron el impacto al momento de caer, el agua amortiguo el golpe, pero su mundo seguía dando vueltas, quería volver con aquel ser.

Quería estar con Philza.

Cayó de rodillas mientras comenzaba a limpiar sus lágrimas, escuchaba los gritos de otros, pero ahora eso no importaba, golpeo el suelo salpicando el agua aun existente y mojando más su rostro, a pesar de querer estar con él algo le impide levantarse y tomar marcha para buscar el aviar, solo llora, pues el piquete de frustración invade su joven corazón.

(. . .)

—¿Eso es todo?

—Si.

Roier miro a Rubius como si una segunda cabeza le hubiera salido, llegada la noche ambos exintegrantes de Green Ninjas se encontraban tomando guardia a las afuera de la base de Bolas. Roier había iniciado una plática de temas ajenos a los de la isla llegando al tema más reciente. Rubius termino confesando algo que provoco cierto enojo al mexicano.

—¿Por qué?

—¿Por qué? ¿qué? —pregunto inocente el oso, mientras miraba al mexicano con una sonrisa, misma que disminuyó al ver el rostro serio —Oh vamos Roier, estoy seguro de que si hubieras estado en mi posición esto sería el mismo resultado... 

—No. Absolutamente no.

—Claro... —Rubius miro mal a Roier y luego se cruzó de brazos para volver hablar. —En primera, trata de vivir con dos personalidades que quieren tomar el mando al mismo tiempo. ¿Ok? Y Melissa no cuenta, literal solo la sacas a tu beneficio. —Aclaro Rubius. Llevo ambas manos a su rostro y tallo con frustración.

—Ay... Está bien oxigenado... Pero ¿Por qué?

—Estaba solo... Yo en modo demonio, quería hacer una travesura y él era presa fácil... 

—¿¡Es una broma!?

—¡Cálmate Roier! —Grito el oso al ver como unas patas de araña empezaban a salir de la parte de atrás de Roier y la vez que sus otros pares de ojos se abrían y le miraban con sumo enojo. —Lo siento ¿Contento? ¡Pero mira el lado bueno! Se logro defender, así que ganar es ganar ¿No?

Volver a ti •| Deathduo |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora