Propuesta De Trabajo

⊹ Ultimátum ⊹

Señor Sano: Majiro, toma asiento por favor —el hombre de edad mayor le indicó a su primogénito, señalando la silla frente a él, sentado desde su gran escritorio de roble oscuro.

Manjiro: Padre, me tienes en incertidumbre ¿qué es lo que quieres hablar conmigo? —preguntó el azabache al tiempo que desabotonaba el botón de su traje y tomaba asiento.

Señor Sano: Este tema es muy importante, así que te pido completa discreción con tus hermanos ¿entendido? —el menor asintió—. Bien, como mi primogénito sabes muy bien qué automáticamente luego de mi jubilación, que será ya muy pronto, en automático deberías ser nombrado como presidente de las empresas Sano'.

Manjiro: Si, eso lo sé perfectamente, por eso he trabajado tan duro todos estos años en la empresa, padre —hablo con un poco de confusión Manjiro.

Señor Sano: Si, y dije deberías, ya que quiero que sepas que hay condiciones para obtener ese puesto —se inclino hacia su hijo, recargándose sobre sus ante brazos sobre el escritorio.

Manjiro: ¿Condiciones? Padre pero... no crees que estás estás siendo un poco injusto. Me he dedicado toda mi vida a construir el camino hacia mi nombramiento como presidente y lo sabes, yo lo merezco sin ninguna condición. —alzó una poco la voz por la desesperación pero de inmediato la bajo y se contuvo.

Señor Sano: Por supuesto hijo, y no te quitó ningún mérito, pero quiero saber si algún día me darás nietos que sigan con nuestro linaje —hablo serio—. Quiero un sucesor, el marido bueno para nada de tu hermana aún no pude darle un hijo y tu hermano es demasiado joven así que te pregunto Manjiro, ¿puedo esperar algo de ti?.

Manjiro: Padre yo...

Señor Sano: El linaje Sano no morirá contigo ¿entendiste?. ¿Cuando vas a casarte? ¿Acaso tienes algún pretendiente? ¿Estás a cortejando a alguien? —cuestión enarcando una ceja imponente.

Manjiro: Así que entonces es por eso? — Manjiro resopló sarcásticamente—. Esto es sorprendente, desde que cumplí la mayoría de edad tú, mis hermanos e incluso mi tía me han presionado para tener una pareja y casarme, sin importarles qué prefiero una vida solitaria y lejos del compromiso... y ahora me estás diciendo que mi futuro, el puesto por el que he trabajado tan duro todos estos años depende de un tonto matrimonio que no deseo. —espeto comenzando a molestarse.

Señor Sano: Pues ahora deberías ir cambiando tu opinión sobre el compromiso, ya que, si, tu matrimonio con otra persona dependerá de obtener o no el puesto de presidente de las empresas Sano.

Manjiro: ¡Es injusto padre! —vociferó levantándose de su lugar.

Señor Sano: ¡No me alces la voz! —también grito el hombre—. Es lo justo ¿tú piensas que te heredaré todo teniendo esas ideas? Estás equivocado, no le daré mi imperio a alguien que no piensa continuar con mi linaje, y por ser el primogénito y heredero principal ¡es tú deber Manjiro!. —golpe con su mano la madera con fuerza.

Manjiro: No puedo creerlo, después de todo lo que sacrifique —apretó los dientes lleno de furia—. Yo no quería esto padre y tú lo sabes muy bien, yo ambicionaba...

Señor Sano: Si si, querías ser un cantante ¿pero eso que te iba a dejar? Absolutamente nada, no permitiré que gastes mi dinero en una carrera que no tiene futuro, por que en un país como este los cantantes no son líderes —objeto mirado fijamente los ojos asesinos de su hijo.

Manjiro: Mi madre si me hubiera apoyado.

Señor Sano: ¡No te atrevas a meter a tu madre en esto! —el hombre se levantó furioso de su lugar y apuntó con su dedo índice al contrario—. Deja de vivir en una fantasía Manjiro, la vida no esta creada de sueños sino de realidades y esta es tu realidad ¡acéptala de una vez!.