Nota: me encanta escribir POVs, en este caso este episodio nos dará los pensamientos de Sebastian durante el 5to año de Lana y los eventos del juego.
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La vio venir del dormitorio de los chicas mientras leía cerca de la chimenea, con el cabello más rubio que jamás hubiera visto atado en una trenza. Sus ojos curiosos pasaban por toda la sala común de Slytherin. Todos murmuraban cuando pasaba delante de ellos. "Debe de ser distinto empezar en Hogwarts tan tarde", le dijo un estudiante de Slytherin a otro. Miró por encima del borde del libro disimuladamente, ella fue a hablar con Imelda que se encontraba en la mesa de ajedrez mágico en una esquina de la sala con las ventanas que daban al Lago Negro. También fue a presentarse a Ominis, que se apoyaba sobre unas de las enormes ventanas que dejaban pasar una luz azulada a través del cristal.
Para ser honestos, Sebastian no le prestó mucha atención en ese entonces. Pero ella parecía destacar por sí misma, con su propia luz. Le parecía inocente. Su voz era suave cuando se dirigía a él, quizás había encontrado un espíritu amigo en ella. A ella también le interesaba aprender cualquier tipo de magia que pudiera comprender. Le gustó. Su hermosa sonrisa, su afán de aprender más.
Su atención comenzó a crecer mucho más en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras de la Profesora Hecat. Nadie le había derrotado en un duelo hasta que ella lo hizo. Le pareció un reto. Cuando ella le sugirió que tuvo suerte de que se hubiera contenido, esa fue la primera vez que se fijó en ella y nunca perdió el interés. Lana Malfoy era bastante interesante. La única cosa que Sebastian sabía de ella era la favorita del profesor Fig, algo así como un hija adoptiva. Había perdido sus padres muy joven, al igual que él. La invitó a varitas cruzadas, para mantenerla cerca. Sabía que diría que sí. Después de enfrentarse a un dragón, una competición amistosa seria coser y cantar. No pudo resistir la tentación de conocerla mejor, ya que parecía no tener pasado. Era como un pergamino en blanco listo para seguir escrito.
La siguiente clase, Encantamientos con el profesor Ronen, lo confirmó. La animó cuando ganó a Natty en la tabla de conjuración. No era cualquiera, ella tenía algo especial. Su habilidad para conjurar hechizos con una varita de segunda mano era fascinante. Sus pasos trotando sobre la madera, de un lado a otro, su cara de concentración.
La clase acabó, así que fue a la librería. El libro que estaba leyendo no era tan útil como había pensado. Necesitaba colarse de nuevo en la sección prohibida. Quizás algo relacionado con como conjurar maldiciones oscuras le ayudaría. Ominis no hubiera estado de acuerdo en ser enviado a detención otra vez por la absurda obsesión de Sebastian en encontrar una cura para su hermana melliza Anne a cualquier coste. Descendió por la escalera de madera que llevaba al piso de abajo de la biblioteca y lanzó el hechizo Alohomora para abrir la puerta pero una cerradura encantada no se lo permitió. Antes que siquiera pudiera entrar, Madame Scribner estaba tras él. Le amenazó con entregarle al Profesor Sharp para su castigo. Por su suerte, la Profesora Weasley pensó que era un mejor castigo para él estar en otro lugar.
Le ordenó acompañar a Lana Malfoy a Hogsmeade para reunir una serie de enseres necesarios para sus primeras clases. Su nuevo "encargo". Aunque él no sintió que fuera un carga en lo absoluto. De hecho, era mejor no quitarle el ojo de encima. Se alegró que la Profesora Weasley confiara en él para acompañar a Lana en su primera vez fuera del castillo. Cuando la vio bajar las escaleras de piedra desde el vestíbulo central, no pudo dejar de sonreírle. Sería el mejor guía que pudiera ser. La miró a los ojos, estos tenían un particular brillo.
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Hogwarts Legacy y el Torneo de los Tres Magos
FanfictionUna historia de Hogwarts Legacy después de los eventos del juego. Después de la batalla contra Ranrok, nuestra heroína Lana Malfoy enfrenta nuevos retos. Un nuevo mago oscuro intenta hacerse con la magia antigua con el objetivo de ganar más poder y...