❝ JungKook es una alfa, dueño de una empresa millonaria, con un hijo de 15 años. Su infancia fue la mejor, su adolescencia no lo fue, pero su adultez mejorará; solo es cuestión de entrar a la floristería y reencontrarse con su mejor amigo de la infa...
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— TaeHyung, por favor cierra, yo iré a acostarme — Ara besa la mejilla de su nieto antes de subir las escaleras.
TaeHyung sonríe empezando a cerrar la caja, hoy fue un día bueno para él. Pudo volver a ver a un viejo amigo de la infancia y habló con el hijo de este.
Su lobo y él se sintieron más que felices con JunSeo, y esa conexión fue extraña, pero muy hermosa.
Cachorro...
Desea volver a ver a JungKook, no va a mentir que sintió algo extraño al verlo y escucharlo a hablar, pero no sabe qué es. Nunca ha tenido ese sentimiento de querer hablar y ver a esa persona, su lobo se encontraba ansioso.
Desea ir a su nido y encontrar ese olor del alfa castaño.
Quiere acurrucarse en su pecho y quedarse ahí, protegido y amado.
Niega con su cabeza, ¿qué está pensando? JungKook tiene un hijo y aunque JunSeo haya dicho que su madre está en la cárcel, JungKook debe de tener una linda Omega como pareja o una linda alfa.
Una que está bien en el aspecto de alfas, no un defectuoso como él.
Se encontraba regando unas flores mientras un puchero inconsciente se formaba en sus labios por sus pensamientos, su lobo con la cola entre sus piernas queriendo irse a su nido.
La campana de la tienda suena, TaeHyung frunce su ceño para después acordarse que no ha puesto el letrero de cerrado. Bufa — Ya cerramos, lo siento — Dice con voz tranquila caminando hasta la entrada.
JungKook maldice para sus adentros, claro que ya cerró, son las 9 de la noche, ¿qué creyó?, su lobo se encontraba atento, esperando a que su- el lindo alfa aparezca.
— ¿Lo siento? — Dice mientras se encoge de hombros. TaeHyung aparece en su visión con una sonrisa ladina.
— ¿JungKook? — Se acerca más jugando con sus manos, el nombrado agita su mano en el aire sintiendo los nervios crecer — ¿Qué haces aquí? — Su sonrisa no desaparece, su lobo con la cabecita ladeada mirando a un lobo negro enorme observarle con un brillo en sus ojos.
— Y-Yo — Carraspea — Pensé que todavía estaba abierto — Ríe — Venía por flores, pero puedo venir mañana — Le mira con adoración. El alfa de rizos es hermoso, con esa sonrisa adorable, sus manos jugando con sus dedos mientras le mira.
¡Vendremos todos los días!
El lobo negro caminaba alrededor del lobo castaño. Buscando la manera de acercarse sin asustarlo.
— Oh — TaeHyung muerde su labio, sintiéndose tonto, claro que no vino a verte, solo a comprar flores. JungKook frunce su ceño un poco al ver la expresión del lindo rubio — Claro, puedes venir mañana.
— ¿Puedo venir a la hora del desayuno? — Se atreve a decir mientras entra por completo a la tienda. Quiere estar con TaeHyung y buscará la forma de estar con él mucho tiempo.
