Tan baja es la vida (Rayman x Bullfrog) [+21]

26. Mon fol amour

Observaba con la mira del rifle como los cuerpos se hundía en el mar. La corriente estaba demasiado fuerte, no era tan fácil que ellos dos salieran con vida.

Bullfrog: Los cuerpos cayeron —Toco el audífono de mi oído—, repito, los cuerpos cayeron.

Recibo una aprobación mientras camino de vuelta a la base. El lugar se encuentra en las afueras de la ciudad, más específicamente en el puerto. La base se ubica escondida entre los miles de recipientes del lugar, su apariencia a primera vista parece una simple puerta que dirigí a una oficina o baño, claro hasta que abres la puerta y te encuentras con un pasillo blanco con luces brillantes, un piso lizo y limpio y líneas negras adornando la pared.

Dentro del lugar un señor con barba blanca, un bastón largo y una sonrisa alegre me esperaba: Isten.

Isten: ¿Murieron? —cuestiono mientras camina por el pasillo. Sigo sus pasos con mis manos detrás de mi espalda.

Bullfrog: Ambos cayeron al océano y la corriente se lo llevaron.

Isten: ¡Diablos! —Dio un gran escandaloso con su bastón en el suelo—. Ese clon debía dar un gran show mañana, tendré que hablar con Vanessa para adelantar el prototipo, suerte que Gabriel hizo una única cosa bien.

No respondí a su comentario, tenía la una expresión bastante neutral.

Caminamos a la habitación principal donde varias pantallas reflejaban distintas imágenes del lugar. Todo era monitoreados o bueno lo era antes de que Félix llegara y hubiera hecho un caos con los cables y la señal se perdiera. Gabriel se encuentra en el suelo intentando arreglar el problema mientras insultaba a diestra y siniestra.

Gabriel: ¡Carajo!

Isten: ¿Eres tan inútil que no puedes reparar un simple sistema de cableado?

Gabriel: Yo no soy un puto sirviente, sabes... padre —Eso ultimo lo dijo con un odio que lo comía por dentro—. Al seguir tus pasos pensaba tener poder, no ser el maldito asistente. Soy tu sangre, merezco más respeto.

Isten: ¿Mi sangre? —Se agacho para estar a la altura de su hijo y tras pasar su mano por su mejilla, clavo su mano en el suelo con una daga bastante afilada. Gabriel soltó un grito de desesperación mientras su padre apretaba con más rudeza la daga—. Tú sangre es igual a la de todos los imbéciles que he asesinado, así que no digas cosas absurdas. ¿Entiendes?

Gabriel: Si... señor...

Isten se levantó del suelo mientras Gabriel se quitaba la daga de la mano soltando otro grito en el proceso. Su mano no dejaba de brotar sangre, su cortara era bastante profunda, pero sobreviviría.

Isten: Rana, cura a este esperpento y luego ven a verme, tenemos cosas que arreglar.

Bullfrog: Oui, señor.

Espero a que su gran presencia se vaya de la habitación para tomar algunas vendas y alcohol de los cajones del lugar. Era complicado si quiera rociar un poco de alcohol cuando Gabriel no dejaba de moverse a la más mínima gota.