O12

11.1K 1.1K 19
                                    

Sábado por la mañana, TaeHyung aún dormía, con su cara pegada en su almohada y un rastro de baba visible que había formado un pequeño charco en la funda azul de la almohada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sábado por la mañana, TaeHyung aún dormía, con su cara pegada en su almohada y un rastro de baba visible que había formado un pequeño charco en la funda azul de la almohada.

No se tomó la molestia de levantarse cuando escuchó el timbre y no debía acercarse a la puerta por miedo de que alguno de sus vecinos alfas notara su olor exagerado y entrara a robarle su flor.

Para evitar tragedias, dio una copia de su casa a HoSeok y otra a MoonByul, por si querían ir a su casa el fin de semana.

Pero era imposible, ya que lo más seguro era que estuvieran en el pícnic del que le habló la chica.

Puso en pausa la película cuando tomó su celular.

Kookie 🍉❣

Llamada entrante

Dudó un poco en contestar, si era JungKook quien estaba a tocando debía enviarlo a su casa de vuelta y decirle que se verían el lunes una vez que su celo se haya ido.

— TaeHyung, ¿estás en casa?

Estoy en mi cuarto.

— ¿Puedes salir? Estoy afuera.

— Ah, no lo sé, Kook, estoy algo enfermo y no quiero contagiarte.

— No seas tontito, bebé, sé que no estás enfermo.

— ¿Cómo?

— Tus amigos comparten mucha información tuya.

— Qué hijos de puta.

— Ven a abrir.

No puedo.

— ¿Quieres que me vaya?

Nos veremos el lunes cuando mi celo se vaya, lo prometo, te compraré un batido de sandía.

No hubo respuesta, miró su celular.

JungKook le había colgado.

Eso lo aliviaba un poco, tal vez se había ido y él podría ver su serie todo el fin de semana en la comodidad de su habitación.


◇◆◇◆◇


— Lola, no puedes hacerle eso a Tristán.

TaeHyung dijo molesto mirando su computadora, ya había pasado casi una hora desde que JungKook le llamó.

Después de dos platos llenos de frituras, le había dado algo de sed, así que se levantó poniéndose sus pantuflas de dinosaurio para ir por algo de beber.

Quería volver y continuar viendo su serie, sacó una lata de coca cola del refrigerador y volvió a su cuarto, recorriendo una parte de la sala en su camino.

— TaeHyung, ¿dónde está el control?

— Sobre el reproductor, conejo ciego.

Antes de entrar a su cuarto se volteó con lentitud y volvió a la sala, encontrándose con su novio aun buscando el control.

¿Cómo diablos había entrado?

— ¿Qué? ¿Viste un fantasma?

— ¿Cómo entraste?

El alfa buscó en su bolsillo algo y mostró a TaeHyung.

La llave de HoSeok, no lo dudó dos veces, ese llavero de Snoopy no podía ser de otra persona.

— ¿No podías aguantar hasta el lunes?

— No estoy haciendo nada más que buscar el control para ver algo en la televisión.

— Sabes que no es eso de lo que habló.

JungKook se acercó al menor y tiró de su mano hasta dejarlo cerca de él y dejar un beso en su mejilla.

— No vine aquí para matarte ni nada de lo que piensas, Tae.

— Yo no pienso nada malo.

— No, para nada, solo crees que vine aquí por tu celo, ¿no?

— Ni lo menciones, ya es muy vergonzoso que estés aquí en un lugar que apesta.

JungKook sonrió y beso levemente al moreno.

— No digas estupideces, me gusta estar aquí porque tiene tu olor.

TaeHyung golpeó su hombro.

— Cállate.


◇◆◇◆◇


Alrededor de las cinco, estaban ambos en la sala, con JungKook sentado en el sillón y TaeHyung sentado sobre las piernas de JungKook con su cabeza en su hombro mientras veían una película que se habían encontrado en Netflix.

— Esta película es mala.

— Entonces, ¿por qué la vemos?

TaeHyung tomó el control apagando el televisor.

— Porque soy muy bueno y no quise decirte nada, porque tú la escogiste.

El menor terminaba de comer las frituras que quedaban en el plato mientras JungKook lo veía.

TaeHyung se alteró cuando el olor de JungKook se hizo fuerte de un momento a otro.

Pero de una manera u otra se sentía cómodo con ello, terminó de comer y miró al alfa para darle un pequeño beso en los labios.

— Estás muy mimoso, ¿no crees?

— Vive con ello y dame cariñitos.

TaeHyung dejó el plato a un lado, y se acomodó con ambas piernas al costado de JungKook mientras le daba besos en el rostro.

JungKook no estaba protestando en lo absoluto, besar a TaeHyung era su segunda actividad favorita, después de comer sandía por las mañanas.

Abrazó al moreno por la cintura y lo besó durante un largo tiempo, así estuvieron casi media hora y fue imposible que ninguno de los dos reaccionara ante tal acto.

Quizá, solo quizá, a JungKook se le olvidó que había entrado en celo y su tiempo de besos con TaeHyung no bastaría para bajar el problema entre sus piernas.

El menor lo miró sonriendo, de la manera en que lo hacía únicamente cuando hacía maldades, acto seguido movió su cadera sobre el regazo de JungKook haciéndolo gemir.

— Eres un sucio, solo te besé.

— No te quejes, que me estabas metiendo mano.

TaeHyung lo miró y jaló el pelo de su nuca.

— Eso dolió.

— No se me hace divertido molestarte en este momento.

JungKook miró sorprendido al pequeño, tenerlo sobre su regazo con los labios hinchados y el pelo revuelto era demasiado para su sistema.

— ¿Tú no quieres molestar?

— Hagamos cosas interesantes, Kook.

— ¿Estás seguro?

— Cállate y complace a tu novio.

— TaeHyung, no bromees.

Sintió a TaeHyung reírse, antes de morder su cuello con cuidado.

— No estoy bromeando, Kook.

¿Acaso son celos? ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora