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JungKook sabía que tal vez TaeHyung no estaría despierto un sábado por la mañana, seguro lo mataría por despertarlo.
Sin embargo, ahí estaba él, esperando que el menor abriera la puerta de su departamento.
— ¿Quién carajos me despierta?
Preguntó TaeHyung con el cabello revuelto y la cara algo hinchada.
Iba dispuesto a mandar a la mierda a quien estuviera haciendo disturbios en su puerta.
Por otro lado, los ojos del alfa solo podían enfocarse en las piernas del menor, esas que le causaban infartos cuando usaba pantalones cortos.
Como en ese momento.
— ¿Qué haces aquí, JungKook?
Reaccionó de manera tardía. Debía calmarse, pero el olor de TaeHyung sumado a sus piernas descubiertas, le estaban causando un dolor entre las piernas.
— Ah, eso... Te dije que íbamos a salir hoy
— ¿Era tan necesario venir temprano? Ni siquiera son las nueve, JungKook.
El menor se apartó de la puerta dejando entrar al pelinegro.
El olor de TaeHyung estaba por todos lados y si no hacía algo se volvería loco.
— Volveré a dormir, puedes ver algo o hacer lo que quieras
Dijo el pequeño rascando su vientre mientras caminaba hasta su cuarto.
Volvió a meterse a su cama dejando la puerta entreabierta, seguro JungKook después caería ante el sueño, hasta escabullirse en su cama.
Pero no lo hizo, revisó en la cocina del moreno y encontró algunos sobres de té que usaba a veces para bajar levemente su deseo sexual.
Pensó por un momento y se dio cuenta de que se había puesto erecto solo de ver a TaeHyung medio dormido.
Ah, si se entera pensará que soy un pervertido.
◇◆◇◆◇
Ya llegando al mediodía, TaeHyung se sentía lo suficientemente descansado, trató de salir de su cama, pero un agarre en su cintura lo hizo asustarse un poco.
JungKook se veía tranquilo mientras dormía, tenía la boca un poco abierta y un rastro de baba, consecuencia de tener ese hábito al dormir.
TaeHyung miró la hora de su celular, eran un poco más de las doce. Lo más seguro era que ya no salieran y se quedarán viendo alguna película tonta en casa.
Retiró las manos del alfa con cuidado de no despertarlo, porque si lo hacía seguro tendrían que hacer su lápida.
Ya fuera de la cama, tomó un marcador que había en su cuarto y empezó a garabatear la cara de JungKook.
Aguantó la risa durante el tiempo en que estuvo realizando su maldad, cuando acabó dejó el marcador en su lugar y salió del cuarto con dirección a la cocina.
Tenía hambre y estaba seguro de que JungKook estaría por ahí en unos minutos, empezó a hacer su desayuno-almuerzo.
Preparó una torre de panqueques, huevos fritos, tocino y también comería una ensalada... Debía cuidar su figura, claro que sí.
Puso la mesa y abrió un poco las cortinas, JungKook salió del cuarto medio dormido.
TaeHyung no pudo evitar reírse al ver su cara llena de dibujos abstractos hechos por él mismo.
Joder que era un artista.
— ¿De qué te ríes?
TaeHyung señaló su cara y JungKook corrió hasta al baño para ver lo que tenía. Está de más hablar del grito que pegó.
Lavó su rostro y salió dispuesto a matar a TaeHyung por sus bromas infantiles.
◇◆◇◆◇
Después de comer y dar una vuelta olímpica en el departamento de TaeHyung, decidieron quedarse ahí todo el día.
JungKook se negó a salir de la cama del menor y mucho menos de su cuarto.
No quiero salir porque aquí huele mucho a ti, TaeHyung.
Ahora estaban en la cama del omega mirando alguna película que se encontraron ahí.
TaeHyung estaba sentado con su espalda pegada a la pared y JungKook estaba acostado con su cabeza en el regazo del moreno, mientras este acariciaba su cabello.
— ¿Sabías que YoonGi tiene una relación con tus amigos?
— ¿Tú no? Eso no es nuevo.
— Nunca creí verlo con dos novios, menos un beta como JiMin.
— ¿Beta? Mi JiMin no es beta, Kook.
— No tiene olor, Tae.
— A JiMin le da vergüenza su olor, es dulce, a mí me gusta mucho.
— Seguro es algo muy personal.
— Nop, solo no le gusta, incluso cuando sus novios le han dicho que podrían usarlo de perfume.
Como yo con tu olor, pensó TaeHyung.
— Realmente esos tres...
— Dejemos de hablar de nuestros amigos
JungKook se levantó, acomodándose al lado de TaeHyung, tomando su misma posición.
TaeHyung se acomodó en el hombro del alfa, incluso parecía subirse sobre él.
Pero vamos, quería dormir y nada mejor que el olor de JungKook para poder dormir a gusto.
— Estás casi sobre mí.
— Deberías estar halagado.
— ¿Porque quieres subirte sobre mí?
— No.
— ¿Entonces?
— Porque no a todos los omegas les gustan los olores dulces, y a mí me gusta el tuyo.
— ¿Te gusta mi olor?
— Me ayuda a dormir, así que cállate y déjame tomar mi siesta.
JungKook sonrió levemente, pasando un brazo por encima de los hombros del más pequeño, acercándolo más hacia él.
