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TaeHyung volvió a mirar su celular y suspiró.
Hace una semana que había peleado con JungKook por cosas que no eran lo que él creía.
Sabía que JungKook tenía un problema con sus celos, tanto así que ni siquiera recordó cuando él mismo le había dicho que iba a salir con KiBum y su novio TaeMin.
Volteó buscando a su hermano, estaba en una pequeña fiesta de cumpleaños del hermano de su cuñada.
No sabía quién era, pero había salido de su casa porque le ofrecieron pastel, no iba a negarse.
También tuvo que tomar supresores, porque el olor amargo que emitía incomodaba a todos en casa.
Había llegado con intención de despejar su mente y regresar a Seúl dos días después, pero no quería volver después de que JungKook le dijera que no quería verlo.
Su hermana NaYun lo regañó por dejarse gritar de JungKook mientras compartían helado, y le recomendó quedarse en la isla un tiempo más, tenía un permiso del rector por una "enfermedad" que lo tendría unos días alejado.
Sus amigos le prometieron guardar el secreto, solo ellos sabían dónde estaba, pero no sabían si volvería.
Había ignorado las llamadas y mensajes de JungKook, quien dejó de hacerlas después de dos días.
TaeHyung esperaba que fuera más insistente.
Más ahora que veía su relación irse a la basura.
— ¿Eres TaeHyung?
El moreno volteó, a su lado estaba un chico de pelo negro y una sonrisa bonita.
— Sí... Soy el hermano de Jeong-In.
— Un gusto TaeHyung, soy JinKi el hermano de HyeBin.
— Ahora sé de quién es la fiesta, ¿JinKi dijiste? Soy muy malo con los nombres a veces.
— Dime Onew, así me dicen lo demás.
TaeHyung miró al chico sonreír frente a él.
Por ese momento se olvidó de sus problemas con JungKook y también del alfa.
◇◆◇◆◇
JungKook se veía peor con el pasar de los días.
Ya habían pasado casi dos semanas y no sabía nada de su osito.
Desistió en las llamadas y mensajes desde que no miró respuesta, sabía que debía darle su espacio.
Pero él se estaba volviendo loco, a sus amigos les preocupaba su estado, apenas dormía y se había vuelto un adicto al café.
Estaba jodido de pies a cabeza, recordó las palabras de su madre después de contarle todo el problema entre ellos.
Dale su espacio, hijo, pero no demasiado. Si lo descuidas puede encontrar a alguien más.
