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— Creí que íbamos a hablar.
TaeHyung se cruzó de brazos frente al alfa, mientras estaba en sus piernas.
— Claro que vamos a hablar, pero te lanzaste y me besaste desde que subimos al ascensor.
El menor puso su mano derecha en su pecho indignado.
— Perdón por querer mimos.
JungKook sonrió y apretó levemente el muslo del más pequeño.
— Perdonado, ¿empezamos?
— No lo sé, ¿tienes algo que decir?
— Sabes que tengo mucho que decir, me has evitado por días, TaeHyung. ¿Por qué?
TaeHyung tomó aire y suspiró con pesadez.
Tenía que decirle.
— Desde que te escuché hablar con YoonGi de las marcas me asusté.
JungKook levantó las cejas, sorprendido.
Realmente no se esperaba aquello.
— Por eso era... ¿Te daba miedo que te mordiera?
TaeHyung asintió sin verlo, se dedicó a jugar con sus dedos.
— Algo así, además por lo que dijiste esa vez que me quedé a cenar en tu casa.
— Estaba molestándote, no haría nada sin tu consentimiento y lo sabes.
Aquello había decepcionado un poco a TaeHyung, esperaba que JungKook le dijera que sí quería marcarlo, pero que esperaría el momento indicado.
Conejo tonto.
— Pero... No entiendo algo, TaeHyung
—¿Qué cosa?
— ¿Porque no quieres que te muerda? Digo... sabes que yo no quiero estar con nadie más que contigo, aunque te gusten esos mosta-es.
TaeHyung golpeó su cabeza con poca fuerza.
— Monsta X, animal. Tú no te comparas con MinHyuk hermoso que puede hablar español.
JungKook rodó los ojos.
— Lo que sea, pero no respondiste mi pregunta.
— No es que no lo quiera, Kook, te amo y lo sabes. Pero me aterra que te enamores de alguien más y no quiero un lazo roto, hay muchas chicas bonitas y también chicos bonitos a quienes no me parezco, ¿entiendes?
— Eres muy torpe... ¿Cómo me fijaría en alguien más? Además, no quiero a nadie más que a Kim TaeHyung conmigo.
— Eso dices ahora, pero puede pasar.
— Sabes, TaeHyung, si no te quisiera de verdad eso ya habría pasado, pero no quiero a nadie más, estoy feliz contigo.
— JungKook, un día podría pasar y quién sabe, podrían ser predestinados.
— No ando detrás de nadie, TaeHyung. ¿Qué me crees? ¿YoonGi?
Ambos rieron por el comentario de JungKook.
— Te amo y no esperé años para ser tu novio como para que huyas por una bromita, enano.
— Cállate, imbécil.
— Bonita boca, bebé. ¿Con ella dices mamá?
— Con la misma que te hago cosas, Kookie.
JungKook sonrió tomando las manos de TaeHyung.
— No pienses en ello, solo en que quiero estar contigo lo que queda antes de que sea el fin del mundo.
— Hay muchas predicciones del fin del mundo al año, Kook.
— Shh, arruinas el momento.
TaeHyung abrazó a JungKook por el cuello y se acomodó cerca de este.
— Sabes que te amo y que a veces soy muy torpe e inmaduro, no debí esperar días para decirte que me incomodaba, pero tenía miedo de que me dijeras cosas que no me gustan, o que incluso me quisieras dejar por no dejarme marcar por ti. Es solo...
JungKook le interrumpió acariciando su pelo.
— Sabes que te conozco mejor que nadie, sé que tampoco debí haber dicho esas cosas, aunque fuera una broma. No tenía ni la menor idea de que te incomodaba aquello, y sí, te quiero reprochar que debiste decirme lo que te molestaba y así no estaríamos teniendo esta conversación y mucho menos, estarías a punto de llorar... Sí, TaeHyung, sé que quieres llorar, aunque no te esté viendo directamente.
— No es llorar...
JungKook levantó el rostro del menor y le sonrió.
— ¿Me disculpas por ser un imbécil?
— Debo decirle a mi suegra que estás defectuoso y te enviaré a reparar.
JungKook negó mientras trataba de no reírse a carcajadas.
— No puedes hacer eso, ¿acaso soy tu bicicleta?
— Pues no, pero sí me gusta montarte.
— TaeHyung, eres un sinvergüenza.
— Ya, te disculpo. ¿Me disculpas por ser torpe e inmaduro?
— Claro que sí, mi Winter Bear.
— Te amo, Kooks.
— ¿Kooks? Deja de inventar palabras o deja de llevarte con JinKi, sus memes a veces son muy raros.
— ¿Te atreves a ofender a mi amigo, Kook?
— Mmm, sí.
— Bueno, no diré nada porque también me gusta molestarlo, así que será una nueva actividad de pareja.
TaeHyung sonrió.
— ¿Sabes? Cuando sonríes así seguro se muere una ballena.
JungKook besó levemente los labios de TaeHyung.
— Qué romántico eres.
TaeHyung rodó los ojos.
Después de todo y de las bromas malas y comentarios tontos, ambos sabían que no podrían vivir el uno sin el otro.
Lo que la gente suele llamar "casualidad" para ellos dos era destino.
JungKook sabía que TaeHyung era su predestinado, y TaeHyung sabía que JungKook era su predestinado.
Esa pequeña chispa en su interior resplandecía aún más cuando se veían.
No necesitaba marcar a TaeHyung para saber que era suyo. Lo fue aun sin tener idea de lo que era dejar una marca.
Solo había necesitado ponerse celoso para que notara su enamoramiento por él.
No siguieron hablando lo que quedó de la tarde, el tenerse, el uno al otro, les bastaba para estar completos.
JungKook no sería el mismo sin su Winter Bear.
TaeHyung no sería el mismo sin su Conejito.
Pero sí estarían felices, amándose lo que les queda de vida.
