☾ ; Kim NamJoon es un alfa de lobo y el hijo menor del líder de una manada que viven en los bosques. Una noche de caza, mientras él regresaba a su aldea, se encuentra con un cachorro de liebre que no dejaba de temblar por el frío y el miedo. Es ento...
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NamJoon parpadeó confundido cuando escuchó el golpeteo constante de la puerta. Llevó una mano a su cara para espantar el sueño y miró hacia la ventana de la habitación, por la cual no se podía ver más que el amanecer a lo lejos. Se preguntó si acaso esta era un tipo de atención a la habitación y se apresuró a abrir la puerta para detener el sonido, no quería que JungKook se despertara.
—¿Hola? —con sus cejas fruncidas, trató de enfocar a la persona del otro lado.
—Señor, hemos recibido una denuncia de que se encuentra acompañado de un menor de edad que no es de su misma especie —cuando NamJoon se dio cuenta de que el uniforme del tigre al otro lado de la puerta era el de un policía, su cuerpo entero se tensó en su lugar—. Siguiendo lo planteado en el código Penal de Soul, al haber un menor involucrado, usted está obligado a dejarnos pasar para corroborar la denuncia.
—E-Esperen... esto es un malentendi...
—A un lado, señor —el tigre entró aún así, empujando al lobo.
NamJoon se dio cuenta de que no solo era el tigre, sino también un lince y un mapache. El lince bufó en dirección al lobo, tomándolo del brazo y caminando hacia el interior de la habitación, en donde el tigre se plantaba frente a la cama y miraba desconcertado al pequeño niño que parpadeaba confundido, despertado por todo el ruido. Cuando JungKook se dio cuenta de que la habitación estaba llena de extraños, sus ojos se llenaron de pánico y buscó a NamJoon con la mirada.
—¿J-Jojo? —retrocedió hasta el respaldo de la cama, intercalando su mirada entre los tres animales que no podía reconocer.
—Tranquilo, Kookie, todo está bien —le dijo con calma, pero el lince tomó sus muñecas y las colocó a sus espaldas—. Esperen, ¿de verdad me van a poner las esposas? No he hecho nada, ¿no ven que él está bien?
—¿Acaso usted tiene alguna manera de probar que este cachorro es suyo? —le preguntó el tigre con tono autoritario.
NamJoon boqueó, no sabiendo qué responder.
—N-No, pero...
—Señor tiene derecho a guardar silencio —fue interrumpido por el lince, quien comenzó a colocarle las esposas—, todo lo que diga puede y será usado en su contra en una corte —recitó, empujándolo hacia el pasillo con más fuerza de la que NamJoon creía necesaria—. Tiene derecho a un abogado, si no puede pagarlo el estado le va a...
—Ya sé, sé que se ve terriblemente mal, pero escuchen, esto de verdad es un malentendido —trató de explicarse bajo el llanto desconsolado de JungKook, quien no dejaba de pedir por él—. Lo están asustando, déjenme explicarle que no está pasando nada, por favor.
—¡Jojo! —llamó otra vez, pataleando y chillando cuando el tigre hizo amago de cargarlo.
—Tranquilo, niño. Te estamos ayudando, vas a estar bien —trató de calmarlo.
