☾ ; Kim NamJoon es un alfa de lobo y el hijo menor del líder de una manada que viven en los bosques. Una noche de caza, mientras él regresaba a su aldea, se encuentra con un cachorro de liebre que no dejaba de temblar por el frío y el miedo. Es ento...
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NamJoon se despertó por culpa de un sonido chirriante que rebotó dentro de las cuatro paredes de la pequeña celda. Se quejó con un gruñido y quitó su brazo de su rostro para ver a quien estaba haciendo ese alboroto. TaeHyung estaba parado en la puerta abierta de la celda, sujetándola para que no siguiera haciendo ruido. A su lado se encontraba un gato montés, quien miraba a NamJoon con ojos llenos de desconfianza, pero lo que llamó la atención del lobo fue que TaeHyung estuviera sosteniendo su mochila de viaje, además del amargo aroma almizclado que bailaba alrededor de la celda.
—¿Sucede algo? —preguntó con cautela y se sentó en el incómodo concreto.
TaeHyung dejó la mochila de NamJoon en el suelo y sus dedos se apretaron contra el metal de los barrotes.
—Están todos muertos.
—¿Qué?
—En el pueblo de JungKook, están todos muertos —repitió.
El lobo resopló y se pasó una mano por el rostro.
—Bueno, eso no es muy encantador de escuchar cuando te acabas de despertar.
—Disculpa, estaba un poco apurado —carraspeó—. Resulta que el equipo acaba de llegar al lugar e hicieron una llamada de emergencia, encontraron a todos los animales de la aldea muertos. Todavía siguen haciendo reconocimiento para llevar registro del verdadero daño, pero los familiares de JungKook han sido asesinados —suspiró—. No podemos probar que lo hayas hecho tú y considerando tu historia, has sido y eres lo único que mantiene vivo a ese niño, así que eres libre.
El sueño se esfumó del cuerpo del lobo como si hubiera acabado de recibir una ducha de agua fría y se levantó del concreto con entusiasmo. Dio un par de pasos apresurados hacia la entrada para mirar más de cerca a TaeHyung, casi como si estuviera buscando algún indicio de mentira en las facciones de zorro, pero el pelirrojo solo cerró la celda.
—¿Hablas en serio? —preguntó NamJoon sin creérselo.
—Totalmente.
—¿Dónde está JungKook?
—Hice un par de llamadas —ladeó su cabeza y miró una vez más a NamJoon—, está en una casa hogar a las afueras de la ciudad, al sur —los ojos del lobo brillaron con emoción—. No puedo llevarte directamente ahí, así que tendrás que ir primero a la oficina de servicios infantiles, en donde se encargan de casos como los de JungKook.
NamJoon frunció un poco sus cejas. Esa era mucha información sobre lugares que él desconocía, no creía que su memoria de lobo pudiera con todo eso. Ni siquiera sabía cómo moverse por la enorme ciudad.
—¿Por qué?
—Esto es meramente burocrático —TaeHyung pareció entender su frustración—, sólo tienes que decir a quién estás buscando y por qué, te harán llenar un par de papeles, pero no debería ser la gran cosa. Yo tengo que ir con los altos mandos a hablar del tema de los rebeldes y de camino, si quieres, te dejaré en la oficina.
