-Comienzo en el camino-

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Las cosas siempre tienen un comienzo en esta vida,pero solo hay uno que no tiene comienzo ni fin.

Como todos sabemos este hombre es Dios,quien nos saca de los caminos del mal y nos encamina por los correctos,el me ha llamado a mi y mi hermano dónde pone comienzo a nuestros caminos de la luz.

Mi vida como hombre recto del Señor empezó así: Nací en una familia pésima,dónde todo el tiempo habían pleitos entre mi madre y mi padre.

Mi mamá se llamaba Teresa y mi papá William,el era drogadicto,apenas traía cinco dólares a la casa para nuestros alimentos,y su esposa le era infiel,lo traicionaba por una cosa, le gustaba prostituirse.

Obviamente crecí en este ambiente si se le puede llamar así,pero mi hermano cuyo nombre es Esteban siempre a sido un niño prodigio; estudioso;amable y responsable.

Yo me llamo Fabián,yo era el mayor,y era rebelde,bruto,terco,incrédulo y muy erótico me gustaba mucho el sexo y cosas así,muchas veces miraba a mi hermano y me sorprendía porque a pesar de estar en una familia muy mala el siempre fue una buena persona.

Un sábado como todos los días de mi vida,estábamos yo y mi hermano en una banca sentados,cuando se acercó un pastor de fe en gran manera,este hombre nos preguntó:

—¿Porque estáis vestidos con esa ropa?—lo preguntó con una mirada entristecida

(En ese momento yo y mi hermanito vestiamos con ropa sucia y rota)

-Si mis padres se esforsaran por ayudarnos no estaríamos aqui-lo dije mientras le miraba fijamente con cara triste.

—Si queréis podéis venir a mi casa,sois bienvenidos cuando queráis—lo dijo muy alegre y conmovido a la vez ya que éramos pobres.
Mi hermano se maravillo porque sabía que podía seguir con sus estudios pero a la vez le dolía dejar a sus padres ya que tenía buen corazón.

Este pastor se llamaba Leonardo,nos miro a los dos muy alegres y nos comenzó a hablar de el evangelio de Cristo.

Esteban se maravillo,pero yo ignoraba y no le daba importancia.
El decidió llevar una vida recta más de la que llebava pero está ocasión era diferente porque estos caminos son de Cristo.

Leonardo me miraba tristemente porque yo ni caso hacia al evangelio,al terminar se despidió y se marchó a su casa con su esposa,no tenía hijos porque los dos eran estéril, tiempo después como más o menos 1 semana mi hermano fue a su casa y ellos lo resivieron de maravilla,ni siquiera lo jusgaron,mis padres les dijeron a los dos que si querían lo podían adoptar ya que consideraba a sus dos hijos bastardos.

—Si quieres puedes tener a mi otro muchacho—Lo dijo muy feliz porque sentía que se quitaba dos cargas,
(En ese tiempo yo tenía 12 años y Esteban 9)

Ellos aceptaron con mucho gusto. Pasando alrededor de 5 años mi incredulidad crecía aún más pero mi hermano era mejor cada día.

Yo en ese tiempo me fugue a unos traficantes que disfrutaban viendo el dolor en el rostro de cualquier persona,yo era tan siego que no sabía ni lo que hacía,pero mi familia oraba todos los días por mi.

Aconteció un día en el que yo estaba traficando personas,en ellas se encontraba un apóstol de fe inmensa,me miraba fijamente con ojos de felicidad,mientras pensaba en mi mente.

(Este me debe de querer matar)—lo pensaba mientras le veía fijamente asustado preguntándome porque estaba así,en ese instante sentí una culpa tremenda ya que recordé el daño que había hecho a personas inocentes,a mujeres que violé.

Apóstoles de CristoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora